julio2011La ocasión, como diría el refranero, la pintan calva. Como siempre, la situación política manda en las Fallas, y con el escrutinio todavía caliente, es el momento de ponerse en cola para reclamar lo prometido.
La InterAgrupación se ha reagrupado. Con un nuevo equipo al frente dejaron claras sus pretensiones en las preceptivas reuniones a las que fueron invitados por los diferentes grupos políticos antes de la cita plebiscitaria. Lástima que esto sólo suceda cada cuatro años. Ellos por su parte también dejaron claros sus compromisos, ante la nueva directiva, y frente a la sociedad valenciana.
Ahora sólo queda que cada uno cumpla con su parte, independientemente de la posición en el hemiciclo que le haya otorgado el pueblo valenciano, si existe voluntad política, no es necesario comandar la nave.
No es momento de experimentos, de vendettas, ni de tierra quemada. Es momento de trabajar y construir.
En lo que se refiere exclusivamente al colectivo fallero, el anterior presidente de la InterAgrupación, Antonio Sánchez, dio el primer paso, ahora toca pisar fuerte y dar los restantes que sean menester, zancadas cortas pero seguras. Ahora es el momento, hay una buena mayoría de falleros dispuestos a trabajar. Jesús Hernández Motes se ha rodeado sobre el papel de un grupo plural y valiente que tiene sobre la mesa distintos frentes abiertos, y que como nos ha reconocido, son posibles si el colectivo quiere, y la citada voluntad política se hace tan efectiva como prometieron antes de las elecciones.
Un nuevo Congreso, el Reglamento Fallero, el Reglamento Interno de JCF, el concurso de fallas, la visibilidad de la InterAgrupación, el Consejo Rector, la hostelería, la falla como eje central de la fiesta, la supuesta propiedad intelectual de los bocetos, una mayor permisibilidad sobre la utilización del espacio público, la relación con los vecinos, etc., etc. Todo un compendio de temas más allá de la siempre controvertida disyuntiva entre banda y caramba o su libertad de elección, del formato de elección de las Falleras Mayores de Valencia o el número de integrantes de sus respectivas Cortes de Honor.
Evidentemente es una tarea complicada la del nuevo presidente de la Inter, éste sí elegido directamente por la mayoría de los falleros, pero un reto que a pesar de su dificultad no es imposible si quienes se comprometieron antes del 24 M cumplen con su palabra, y el colectivo fallero deja de sentarse a verlas venir y de una vez por todas los presidentes de falla hacen honor a su cargo respetando el designio de sus falleros tomando las riendas de su fiesta para vitalizarla, sanearla, y fortalecerla antes que se les escape de las manos.
Estamos ante una nueva legislatura donde los falleros pueden ser los verdaderos protagonistas, basta con que ellos quieran, y recordando el lema nacional de la idílica Suiza, o parafraseando a Dumas, nos levantemos con fuerza entonando aquel "uno para todos, todos para uno/a", las fallas.