Así no lo han hecho saber remitiéndonos la información de la exposición y subasta solidaria que tendrá el próximo 30 de diciembre en el Palacio de Pineda, y que será inaugurada el próximo lunes 22 de diciembre a las 19 horas.

MarcMartell-Ripalda

Han sido muchas las fotografías que, en diferentes momentos de la historia reciente, han servido para despertar la conciencia ciudadana ante las numerosas injusticias sociales a las que se ven sometidos los niños en todo el mundo. Seguro que recordáis la instantánea de un niño famélico en Biafra, de la niña desnuda huyendo de los horrores del napalm en Vietnam, o de los pequeños que diariamente piden limosna en algún semáforo o plaza de Valencia.
La exclusión social la encontramos también muy cerca de todos nosotros. Por eso, el artista Marc Martell, en colaboración con la falla Ripalda-Beneficència-Sant Ramón, dedica este año la tercera edición de su subasta solidaria a los más indefensos social y laboralmente: los niños y niñas. A ellos va dedicada la falla de 2015 (Els drets dels xiquets, mai una quimera) y a ellos va destinada también la recaudación de la subasta de este año.
No pretendemos resolver ningún problema pero si queremos aportar un pequeño granito de arena para que los derechos de los niños no se conviertan en una simple quimera. Queremos brindar nuestra colaboración para que la asociación Amaltea pueda seguir prestando su ayuda a los niños y niñas más necesitados del barrio de Velluters. No es necesario ir a otros continentes para conocer el lado cruel del capitalismo más salvaje, de constatar las desigualdades sociales o para comprobar los estragos de la crisis económica.
Artistas (plásticos, falleros...), ilustradores, dibujantes, fotógrafos y un largo etcétera de colaboradores (hasta sumar más de una treintena) han donado una obra original para que la recaudación que se consiga en la subasta del día 30 vaya destinada íntegramente a Amaltea. Necesitamos vuestra colaboración para que los más pequeños puedan acceder, al menos, a alguno de los diez derechos que les reconoce la ONU. No los defraudemos con nuestra indiferencia.