Que conste que no es mi intención hacer ningún seguimiento de ninguna valoración y menos que tenga una fijación con ningún tipo de jurado, lo que ocurre es que uno no puede aguantarse las ganas de decir lo que siente cuando ve una cierta intencionalidad en hacer las cosas como a cada uno le da la real gana y más cuando existen unas órdenes de por medio.
Ante todo, por aquello de las malas interpretaciones, quiero dejar bien claro que no hay nada que objetar respecto al veredicto realizado, al margen de que pueda estar o no de acuerdo con él, pero eso, al igual que el resto de los mortales, es pura opinión personal.
Resulta que los jurados de Especial, nombrados por la Presidencia, han hecho de su capa un sayo al saltarse a la torera los acuerdos establecidos para el orden de la visita a los distintos monumentos. Según afirmaciones del propio presidente en el reciente coloquio de Actualidad Fallera en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, el jurado de la Especial infantil salió de Junta con un orden totalmente diferente al que se sorteó. Un fallo personal, así calificaba el Sr. Crespo este hecho, y pregunto yo, ¿tan irresponsable ha sido la persona o personas que llevan ese asunto que son incapaces de controlar algo así? ¿Cómo se puede fallar en semejante cosa que tanta importancia tiene para las propias comisiones implicadas? ¿De quién ha sido la culpa realmente?
En cuanto al jurado de la Especial mayor, no puedo entender cómo, supuestamente, con una orden clara del itinerario a seguir, y porque un jurado tiene una ocurrencia y los demás se la aceptan, se lo montan como mejor les parece sin importarles un carajo lo establecido. Menos mal que no se les ocurrió irse al cine, porque a estas horas podríamos estar todavía sin el veredicto.
Venga ya. Pero, y según el propio presidente, ¿no se determinó un orden para no hacer esperar a la gente desde la ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde y así ir mejorando las normas del colectivo? ¿Es que cuando se da un poco de responsabilidad uno se cree el rey del mambo? Con esta actitud, por mucho que se intente mejorar cualquier aspecto de la fiesta, no lo vamos a conseguir jamás.
Después de todo esto, lógico es el que surjan tantos comentarios, tantas desavenencias, tanta irritabilidad, porque está claro que aquí cada uno hace lo que le viene en gana. Lo malo de todo esto es que no hay escarmiento, y claro, ante esta tesitura ya veremos quién es el guapo que lo corta. Otra cosa sería si a todos aquellos que se saltan las normas a la torera, al menos, se les comunicara oficialmente su fallo y se le advirtiera que nunca más se contaría con ellos para darles semejante responsabilidad.
Otra de las controversias aparecidas se refiere a las vinculaciones en esto de los jurados. Pues bien, personalmente pienso que esto tiene doble lectura. Por una parte está el "gol" que se le pueda meter a quien propone el jurado y desconoce la posible vinculación, y por otra la "irresponsabilidad" de la persona en cuestión, que sabiendo que existe esa vinculación, por pequeña que fuere, acepta el encargo. Y no me vengan con que quien más quien menos ha tenido que ver en algún momento con la comisión a la que ha de juzgar, porque una cosa es eso y otra que ese mismo año haya podido existir vinculación directa y por lo tanto, por simple e ingenua afinidad, posibilidad de desvirtuar la clasificación general por escasas décimas que pudiera llegar a resultar.
Llevamos varios años intentando mejorar nuestra fiesta, las diferentes directivas se esfuerzan en aportar medidas para esa mejora, pero si no se ponen ganas por parte de los que han de practicarlas difícilmente se podrá llegar a los buenos resultados que se desean. Desde fuera y desde dentro de la propia directiva, la que ha de velar y hacer cumplir las normas, no han de permitirse las salidas de tono ni las decisiones unilaterales del primero que llegue. Tampoco es de recibo que desde la propia directiva se tomen a la torera sus responsabilidades ni se crezcan en sus cometidos, porque ello nos lleva a fomentar la irresponsabilidad por parte de los demás. Y digo esto porque también se ha podido ver algún desliz, con o sin intención, pero ha existido. Un ejemplo, no podemos olvidar la información dada en el pleno de Junta sobre la propuesta de la Federación de Ingenio y Gracia, valorando algo que no correspondía en vez de limitarse a trasladar la información. Eso no es bueno, las decisiones se han de tomar en general y no dar ninguna información sesgada que pueda alterar las decisiones de los demás.
Unos y otros hemos de velar por la fiesta, pero sin sacar pecho, sin altanerismos y con respeto, practicando la concordia. El sr. Crespo nos confirmaba la confianza en su equipo, de lo que nos alegramos. Nosotros también deseamos esa misma confianza y concordia dentro de él.
Para pensárselo
Después de lo visto este año con las Cabalgatas del Ninot, alguien debería ponerse a pensar en soluciones, porque... dan pena. Para colmo, algunos hasta las aprovechan para promocionar a sus amigos. A falta de ideas...
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