ImageVenimos de cerrar un ejercicio y todo el mundo ya tiene su mirada y sus expectativas puestas en el que hemos comenzado. Hasta aquí todo normal, puesto que es lo que se viene haciendo año tras año, ejercicio tras ejercicio. Pero, señores, el que nos llega no va a ser un año fácil para nadie. Ya sé que no descubro nada nuevo, que todo el mundo es consciente de lo que se nos avecina, pero ello no es óbice para dedicar un poco de atención a este comentario.
Sin lugar a dudas, esta crisis económica mundial que estamos padeciendo va hacer mella en los presupuestos de 2010, en las actividades de las distintas comisiones y, lo que es más grave, hasta en la continuidad de alguna de ellas. Todos hemos podido ver en los últimos meses las dificultades que afectan a la economía empresarial, lo que se traslada directamente a la familiar y con ello la obligatoriedad de apretar cinturones y restringir gastos superfluos, como pueden ser las cuotas que mantienen una gran parte del presupuesto de las comisiones, y en especial de las más modestas. Éste es el peligro.
No queremos ejercer de agoreros, pero debemos afrontar la realidad. Por ello nuestra inquietud por el futuro y por fomentar la necesidad de hacer pensar a las directivas para que pongan en marcha acciones que eviten la fuga de esas familias, y con ello la bajada de los censos. Cuotas mínimas, descuentos para familias completas, exención de pagos a las más perjudicadas, etcétera. Todo es válido. Es más interesante la reducción de actividades con coste económico que la pérdida de activos en la comisión.
Tenemos claro que los monumentos van a sufrir modificaciones en sus presupuestos a la baja, que las cifras que se han venido presupuestando en los últimos años van a ser una utopía para este 2010, pero lo esencial es la continuidad de la fiesta, la supervivencia de las comisiones y la paciencia hasta que llegue de nuevo la bonanza a nuestras economías.
Como también suele ocurrir en estas fechas de inicio de ejercicio, el baile de artistas es una realidad, y ya se conocen los movimientos que se han producido en la sección Especial y en las primeras categorías. Conocemos los nombres de esos fichajes, pero no tenemos claro las cifras que se van a barajar. Muchos de ellos están o han estado esperando la confirmación de continuidad de sus esponsors, base de los presupuestos, porque estos a su vez están padeciendo los mismos rigores de la dichosa crisis.
Las economías de las comisiones están bajo mínimos y muchas de ellas se han hipotecado para algún tiempo, lo que nos lleva a ejercer la prudencia al menos durante ese periodo. De todas formas, y sobre todo en la sección Especial, los movimientos producidos son halagüeños, de momento, porque las que se están barajando son cifras que, sin rayar la ostentación, vienen cargaditas de bombo.
Nos alegra saber que en este próximo 2010 vamos a poder ver grandes monumentos y que los artistas falleros se van a volcar en dar más de lo que se les pague, porque las oportunidades que se les ofrecen merece ese esfuerzo por su parte, como ha sido el caso de Lafarga en el Pilar este pasado ejercicio. Pedro Santaeulalia tendrá que seguir su línea monumental en Sueca; Paco López va a por el primer "palito" puesto que va a ser, probablemente, el mayor presupuesto; José Lafarga no se va a dormir tampoco este año; Fede Ferrer tiene la oportunidad de su vida en Exposición, y Pere Baenas tiene todo un reto por delante en Nou Campanar, así hasta completar el elenco de la sección de oro.
En la infantil tenemos los mismos ejemplos, con movimientos muy significativos como el de Miguel Santaeulalia a Convento Jerusalén, o de confirmación de confianza, como es el caso de Exposición con Joan S. Blanch, todo a pesar de ese bajo premio en este pasado año. El resto, en la línea que podríamos esperar, incluyendo a Nou Campanar con Julio Monterrubio, que sigue en la demarcación, pero con su monumento infantil.
También tenemos claro los artistas de la municipal, vuelven Pedro Santaeulalia en la mayor y Ceballos y Sanabria en la infantil con los mismos presupuestos que el año anterior. Ahora toca esperar a que se vayan haciendo públicas las cifras de cada una de las distintas comisiones para saber con exactitud en qué medida ha afectado la crisis a este temido 2010. Image