ImagePasadas ya las turbulencias de los candidatos al mangoneo y vistos los resultados, pero sobre todo los comentarios nada nuevos de quienes fueron eliminados, de los enterados de turno, implicados y neutrales, nos encontramos en una situación necesariamente cambiante del sistema de elecciones que se viene repitiendo ya más de treinta años.
Si los presidentes tienen muy claro el cómo manejar las matemáticas para que todo se produzca con el mínimo margen de error para sus intereses, si los jurados "neutrales" son personas tan vinculadas a la fiesta que conocen de antemano hasta el mínimo detalle de las que se presentan y su entorno, seguiremos saliendo todos los años de algún sector con el desencanto propio de quien le han quitado la cartera.
El efecto mediático que les estamos otorgando a las elegidas y las posteriores consecuencias de rencillas y desavenencias entre los grupos, son la clara muestra de que algo está fallando desde la base.
Por si fuera poco ahora aparece una nueva disposición por la que hay que estar dos años censada en una comisión para poderse presentar.
Con lo difícil que tienen un buen número de comisiones el conseguir compromisos para falleras mayores de donde quiera que salgan, ahora ya no podrán vender el que de salientes puedan desfilar por las pasarelas como candidatas.
El sistema pasa por una renovación a fondo, "agua fresca", menos trabas, aunque ya se sabe que quitarles protagonismo a los presidentes es perder el tiempo.

Con música
Recordábamos en nuestra anterior publicación a Maximiliano Thous como letrista y su condición de origen asturiano, su vinculación con nuestra cultura y con los grandes maestros valencianos de la época, pero hay más, aquí nos vamos a ocupar de otros de los grandes, oriundos de otras latitudes lejanas al territorio valenciano.
El maestro Padilla dejó como legado para nuestra historia el pasodoble de mayor éxito mundial jamás conseguido por otro compositor.
El "Valencia", declarado por la UNESCO de Interés Universal como toda su producción, ha sido la obra que vendió millones de discos y que hizo si cabe más popular al maestro y como consecuencia a nuestra ciudad.
Pero José Padilla Sánchez, nacido en Almería, todavía hizo más grande su aportación, escribió la zarzuela "La bien amada", dedicada a Valencia, en la que se inserta un himno que no hay que perderse.
Fue interpretado en el Palau de la Música el 8 de octubre de 1995, por la Orquesta y Coro de Valencia, dirigidos por el profesor Manuel Galduf, natural de Lliria, con un extenso palmarés de actuaciones al frente de las mejores orquestas sinfónicas del mundo.
La extensa obra de Padilla comprende también composiciones como "La Violetera", "El Relicario", "Princesita" o "Estudiantina Portuguesa".
Para ocuparnos extensamente de otro grande como Agustín Lara y Aguirre del Pino, necesitaríamos mucho más espacio.
Este mejicano nacido en Tlacotalpan-Veracruz, nos dejó entre sus grandes producciones, como "Granada", "Madrid", "Noche de ronda", "Piensa en mí" o "Solamente una vez", un tema titulado "Valencia mía", de exquisito encanto musical.
Fue interpretado en el Palau de la Música con gran éxito por el cantante valenciano Francisco el 26 de enero del 2007, en la exaltación de Marta Reglero como Fallera Mayor de Valencia.
No nos olvidamos de otro "Valencia", el del maestro Lope, pero el papel no da para más.