ImageEn la declaración de presupuestos, que dio lugar a la posterior clasificación de fallas, nos encontramos este ejercicio con unos resultados que, a pesar de que la cifra resulte un tanto alarmante, la verdad es que la realidad es mucho menos preocupante. Y me explico.
En el editorial de nuestro anterior número hablábamos, con interrogante incluido, de vacas flacas, de los problemas que la crisis había supuesto en el colectivo y de lo que se avecinaba en este ejercicio 2010. No teníamos claro que todo el mundo tirara la toalla y se fueran a presupuestos bajos, con lo que la calidad del monumento se vería seriamente afectada. Conociendo la idiosincrasia del colectivo, sabíamos que esto no iba a ocurrir y que el esfuerzo sería importante para mantener la calidad a la que en los últimos años hemos llegado.
Cuando se han desvelado dichos presupuestos, hemos visto lo poco que andábamos equivocados, y que a pesar de que la diferencia resultante en las cifras de uno y otro año nos da un millón doscientos mil euros menos, la realidad es que el 90%, aproximadamente se centra entre cuatro o cinco comisiones de la Especial y unas cuantas de la sección Primera.
Si partimos de la base que Nou Campanar declaró 900.000 euros y este año se ha quedado en 600.000, ya tenemos 300.000 en esta primera comisión y si a eso le añadimos 150.000 de Convento, 90.000 de Exposición, 40.000 del Pilar y 60.000 de otras tres más, nos encontramos con una gran parte de ese 90% de la citada cifra de bajada. Si entramos en cifras más pequeñas, pero importantes, en la sección Primera, nos vamos a dar cuenta de que el gran volumen de comisiones ha contribuido en muy poco en esa bajada. Ya sabemos que eso es pura lógica, pero también nos da una idea clara de que las comisiones han seguido haciendo el esfuerzo que apuntábamos y que no van a permitir que la crisis acabe con la calidad del presupuesto.
También tenemos claro que los grandes presupuestos que hemos visto en los últimos ejercicios eran un espejismo que no podían tener una continuidad por muchos años, y que a pesar de que en éste vamos a seguir viendo grandes monumentos, lo cierto es que la media que resulte estará por encima de la realidad que podíamos haber soñado años atrás.
Tenemos claro que se han restringido los gastos de otras muchas actividades para centrarse en lo que es el leitmotiv de la fiesta. Sin monumento no ha lugar a la fiesta y en él debemos seguir volcados "per omnia secula".
Pero lo que también es cierto, es que existe una doble lectura en esto de los presupuestos, una lectura entre líneas que afecta al 25 % de la subvención. Por una parte nos encontramos con que, respecto a los grandes presupuestos, ese porcentaje sólo se da en función de la cantidad que se otorga a la falla municipal, con lo cual, para qué ir más lejos, y otro, para qué presupuestar por debajo las fallas más modestas si con ello pierden dinero a la hora de cobrar esa subvención. Pero lo que debe prevalecer por encima de elucubraciones es el esfuerzo del colectivo, ya que todos sabemos que los esponsors han dado un paso atrás y donde ponían diez, ahora sólo ponen tres.
Pero, a pesar de lo feliz que debe sentirse el colectivo con esta reacción tan positiva, sin embargo hay algo que todavía llama la atención, y no es otra cosa que ese número reducido de comisiones que presupuestan entre 1.500 y 4.000 euros su monumento mayor. Poco se puede hacer con semejantes cantidades cuando expertos en la materia han afirmado que para una falla, por muy pequeña y vacía que se monte, el coste mínimo ha de estar por encima de los 6.000 €. Entendemos la ilusión de estas comisiones, que sus presupuestos generales son muy pequeños y que si aplicaran ese 33,33 %, que se supone debe ir destinado al monumento, no les llegaría para el resto de gastos del colectivo, pero también es cierto que ese problema es subsanable si decidieran alternativas de fácil realización y que están en la mente de todo el mundo. Pero no seremos nosotros quienes exijamos dichas alternativas, pensamos que deberían ser ellos mismos los que vieran las cosas claras y tomaran las medidas necesarias.

Ya tenemos Falleras Mayores para 2010
Vaya por delante nuestra felicitación a Mª Pilar Giménez Santamarina, de la falla Plaza de Santa Cruz, y Ariadna Galán García, de la comisión Carrera Malilla-Isla Cabrera, que han sido elegidas para representar al colectivo fallero durante el ejercicio 2010. Por lo que hemos apreciado, podemos afirmar que vamos a tener dos grandes Falleras Mayores de Valencia, con raíces falleras y con una ilusión que se sale de lo habitual. Enhorabuena a las dos.