manoloazNo me puedo quitar de la cabeza una canción. Seguro que a ustedes también les ocurre algunas veces. Se mete la tonada entre neurona y neurona y no sale la condenada. Y a mí me pasa ahora con el “Changes” de mi amado David Bowie, porque uno, además de dejarse llevar por el tópico de titular “Cambios” a una columna sobre los cambios, también tiene morro fino para la música.
La canción del Duque Blanco habla sobre cómo afrontar los cambios en la vida. Y en la vida fallera, que es parecida la real, este mes ha sido tiempo de cambios, de relevos y de novedades.
Hay una novedad que consigo se trae un puñado de esperanza al colectivo de los artistas falleros. El día 16 se daban los diplomas a la veintena de jóvenes que han asistido al curso de aprendiz de artista fallero y se rubricaba la tan acertada iniciativa auspiciada por el Ayuntamiento de Valencia y acogida con ganas por el Gremio de Pepe Latorre, quien en su discurso exaltaba la figura del aprendiz, “tan necesaria en nuestra profesión”.
Con el comienzo de la FP de artista fallero cada vez más próxima, la segunda edición del curso de formación en capilla y ya con aprendices diplomados, yo me hago una pregunta. ¿Hay vocación? Porque además de una formación reglada, que bendita sea, también se necesitan ganas de doblar el lomo y currar día sí, día también, en una profesión que exige mucho. Muchísimo. Pero que también da mucho y alimenta el espíritu de aquel que la siente como algo propio.
El artista ante todo necesita vocación, y hay que ser consciente de ello. Yo por ello me dejo las manos aplaudiendo a los maestros profesionales del arte efímero, porque admiro su determinación y su tesón, su auténtica decicación vocacional a la profesión que nos hace soñar a los falleros, que nos da el núcleo, la razón de existir de nuestra fiesta. Espero que las generaciones que llegan ahora tengan la vocación por bandera, además de la formación correcta que gracias a muchos esfuerzos por fin tendrán en sus manos.
Cambios también los ha habido en la Interagrupación. ¿Se acuerdan de que existe la Interagrupación, no? Sale Daniel Buj y entra Vicente Sáez. El partido está como estaba hace unos meses y el marcador no cambia. Habrá que estar atentos a las vicisitudes del encuentro.
Y evidentemente cambios ha habido en la Concejalía de Fiestas y Cultura Popular del Ayuntamiento de Valencia. Después de ocho años Félix Crespo deja el bastón de mando de las Fallas y lo recoge Francisco Lledó, nuevo edil y presidente de la Junta Central Fallera.
El cambio comienza de momento sin, precisamente, cambios en el ente burocrático, algo que certifican las primeras declaraciones de Lledó, en las que se decantaba por continuar con el trabajo que se está realizando. Una buena decisión, ya que el ejercicio está más que en marcha, de hecho está a punto de llegar a ramos de bendecir, con lo que los cambios estructurales ralentizarían el proceso imparable que desemboca en la cremà.
Todo lo bueno para el nuevo edil de Fiestas y todo lo bueno para el anterior, que asume nuevas responsabilidades dentro del equipo de gobierno de Rita Barberá. Empieza una nueva etapa en las Fallas.