altLa verdad es que el pasado mes no teníamos las cosas demasiado claras respecto al cambio en la Concejalía de Fiestas y Cultura Popular, los rumores apuntaban tanto a continuidad como a cambio, como también es cierto que estábamos al tanto del cansancio de Félix Crespo tras ocho años al frente del colectivo. Demasiados años sin vida propia y sin tiempo libre para dedicar a los suyos, por lo que era lógica la petición de relevo.
Pero una cosa son los hechos y otra los deseos por nuestra parte. Nos resistíamos a admitir el cambio, pero a pesar de esos deseos y nuestra pequeña motivación obviando lo evidente y abriendo la posibilidad, Félix no entró al trapo y siguió con sus propósitos. Rita Barberá ha aceptado sus sugerencias y también le ha premiado con un destino importante dentro del organigrama que conforma el gobierno de la ciudad. Nuestras felicitaciones por ello.
Y con su marcha llega el cambio. Un cambio que también era un secreto a voces en los últimos meses y que a pesar de las dos opciones que se venían barajando, cierto era que el que más posibilidades ha tenido siempre fue el que al final llegó a la concejalía en cuestión.
Hemos tenido la oportunidad de dialogar en profundidad con el nuevo concejal y presidente de JCF, y hemos de expresar nuestra satisfacción por la ilusión y la visión que tiene del colectivo, al que pertenece desde su niñez. Francisco Lledó tiene la experiencia de muchos años en su comisión participando activamente en ella, como también cuenta con experiencia de gestión en diferentes puestos dentro de la política activa, lo que nos lleva a tener esperanzas de un buen trabajo al frente del colectivo fallero. Es una persona sencilla, accesible y seria, amante de las cosas bien hechas y de la continuidad. No le gustan los cambios por los cambios, más bien está de parte del diálogo, lo que no es óbice para que no le tiemble la mano a la hora de decidir.
Lledó ha admitido que no tiene experiencia en el funcionamiento interior de la Junta, pero que el tiempo hará que se ponga al día. Mientras tanto, el diálogo y la negociación con los que sí la tienen nos van a dar esa tranquilidad necesaria para seguir adelante. Pero esto no significa que no tenga bastante claro lo que demanda el colectivo, sus problemas y su funcionamiento, así como la viabilidad en la solución.
En la entrevista que ofrecemos en páginas interiores, Paco Lledó ha sido sincero y valiente, y lo que piensa nos lo ha transmitido con naturalidad, eso es algo realmente importante puesto que con esa actitud se ven sus claras intenciones. Las interpretaciones dependerán de color del cristal con el que se miren, pero lo esencial es que ha aceptado con ilusión el reto de que la fiesta avance bajo su supervisión y que los problemas se afronten directa y claramente para entre todos darle la solución más satisfactoria.
La Ofrenda, los días de celebración o los problemas económicos son objetivos del nuevo presidente, así como el análisis de los que se llenan los bolsillos mientras los falleros hacen la fiesta, también las protestas de los vecinos le inquietan, y para todo ello, parece ser, tiene propuestas o al menos intención de trabajar en ese sentido.
Esto es lo que se ha desprendido de la entrevista que mencionamos. Los hechos y las formas están por llegar. Cuando eso suceda aquí estaremos para contárselo y para analizarlo con la seriedad necesaria, así como los resultados. Todos sabemos que del dicho al hecho siempre existe un trecho, pero ya es bueno cuando lo primero empieza a satisfacer.