manolo2011El taller está contento. Feliz. Y lo está porque el momento, la efeméride a celebrar es gozosa, festiva y completa. Todo el equipo del obrador mira satisfecho hacia atrás al ver el trabajo realizado durante todos estos años, y henchidos de orgullo miran al horizonte al ver todo el trabajo que queda. Porque queda todavía mucho por hacer.
Actualidad Fallera cumple 250 números en la calle, periódicos y revistas, trozos de fiesta al fin y al cabo. Por eso todos los que formamos este taller fallero que resulta ser la redacción estamos disfrutando de un momento glorioso en el que nos sabemos pioneros. En estas circunstancias y formato nadie ha llegado hasta aquí. Y esa realidad es algo que nos llega de satisfacción, sobre todo siendo como somos y lo que somos. Porque antes de informadores somos falleros.
Ruego que me permitan ponerme bizcochón y aterciopelado este mes. Y todo porque para mí esta revista también es especial. Muy especial. Corría enero de 2003 cuando el que suscribe publicó sus primeras líneas en esta revista. Un artículo sobre las fallas diferentes, “especiales” y con una predilección más que notable por el ingenio y la gracia salían a la palestra. La frescura de las fallas que no disponían de grandes presupuestos pero sí de imaginación copaban cuatro páginas de información fallera en la revista dirigida por mi compañero Braulio Torralba. Digo compañero más que nada porque entonces yo estaba ejerciendo lo mío en la televisión, en concreto en aquella tele local en la que aprendimos tantos profesionales de hoy día. En Procono TV, y junto a Ángeles Hernández, nuestro “Valencia Arde” salía dos veces por semana a la pequeña pantalla informando, hablando, dialogando y construyendo nuestra amada fiesta.
En aquel enero Actualidad Fallera conmemoraba los diez años de existencia como todo un hito, y una gran X copaba la portada del ejemplar. Para mí era una experiencia nueva, llegaba a una casa nueva. Una casa en la que, de la pernocta ocasional, finalmente acabé instalándome definitivamente. Todo empezó con un número, el que hacía 100.
Hoy tengo muchas cosas por las que estar agradecido, y también por las que estar contento. Agradecido a mis compañeros y a la “patronal”, por la mala vida tan buena y reconfortante que me dan. Agradecido a mis Torralbas, Fontanes, Polos, Cerveras, Gajates y todos los que han pasado durante este tiempo por nuestro taller fallero.
Y estoy contento porque la nave sigue su curso, su trayectoria en el mar de la fiesta, en la que el oleaje y el fuerte viento a veces, sólo a veces, hace zozobrar los ánimos, y las tempestades castigan los aparejos y el casco. Pero el barco es robusto y sigue viento en popa.
Muchas felicidades, Actualidad Fallera, estás más joven y mejor que nunca. Y yo que me alegro y lo disfruto contigo. Seguimos plantado, el mes que viene la 251. Y la siguiente, y la siguiente, y la que sigue, y la otra, y el Extra.