alejandro01Y las Fallas de 2014 llegaron, y con ellas un inicio de ejercicio que como mínimo lo tenemos que calificar como duro y premonitorio del año que nos espera.
Nos han ido llegando noticias durante el mes de abril y mayo, de una bajada pronunciada de censos en las comisiones falleras. Una bajada de falleros, principalmente producida por la crisis económica que estamos sufriendo, y el poder pagar las cuotas supone un esfuerzo enorme para las familias, un esfuerzo que como ya podemos detectar es imposible para muchas de ellas.
¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos paliar esta bajada de ingresos? ¿Qué recursos y opciones nos queda? ¿De dónde vamos a recortar? Esperemos y deseemos que no sea ni en falla ni en pólvora o música, que como ustedes saben, es la base de la fiesta, de nuestra querida fiesta.
Se acabaron los tiempos de bonanza, terminaron los tiempos de “aixó ho pague jo”, y no tenemos más remedio que afrontar la situación y sacar recursos económicos de debajo del agua para continuar haciendo fiesta y presumir de la misma. Hoy más que nunca tenemos que estar unidos y hacer frente común a las inclemencias y obstáculos que el día a día nos pone, tener claras las ideas y unirnos para poder sacar adelante el ejercicio.
Ahora... esto de la unión, ¿es una utopía? En estos momentos parece ser que si. Sólo hay que acudir a la Asamblea de Presidentes y observar que en muy pocas ocasiones se tratan temas que afecten al beneficio general del colectivo, parece ser que sólo se acude para hablar de los problemas puntuales que solamente una comisión tiene. Sinceramente, cuando acaba una Asamblea, la sensación generalizada es... ¿qué hay de lo mío?... y de esta forma, es difícil, muy difícil conseguir objetivos comunes.
Y por cierto, hablando de la Asamblea de Presidentes, tenemos que destacar la del mes de abril, preludio de cómo serán las venideras, que van a transformarse en grandes asambleas políticas, y si no al tiempo. Los “peones” ya están colocados y han empezado a actuar, lo intentaron hacer sigilosamente pero erraron en el movimiento, y se les descubrió. Ahora deben de afinar, porque un movimiento erróneo o falso puede costarles la partida.
La intencionalidad es evidente y clara, y han mostrado sus cartas. Primero nos posicionamos, nos hacemos ver, nos hacemos de notar (que nos encanta), empezamos a realizar discursos demagógicos y ver confabulaciones de donde no las hay, nos preparamos el discurso bien pautado para arrancar aplausos y... ¡ya tengo mi momento de gloria!; y si de paso puedo ir arrancando algún voto para la formación política que represento, pues mejor que mejor.
Visto lo visto, como decía, se presentan unas asambleas bastante interactivas hasta las próximas elecciones. Sinceramente, pienso que es bueno, muy bueno si los “peones” son capaces de plantear problemas y soluciones que nuestro colectivo tiene, que no son pocos y no intentar contentarse a sí mismos o a su formación política, por el hecho exclusivamente de hacer ruido sin ningún fin en concreto. Esperemos que el “protagonismo” desaparezca por el bien de la fiesta. Seguro que tendremos muchos más capítulos. Estaremos a la espera.