braulio01Cuando finaliza un año se suele pensar en el refrán español que augura a un año nuevo “una vida nueva”, pero lo cierto es que se suele quedar en eso, en un refrán sin más. Y lo cierto, también, es que resulta una verdadera lástima. Cuántos quisiéramos que esto se hiciera realidad, sobre todo el colectivo que no puede dejar atrás esa cantidad de penurias por las que está atravesando sin comerlo ni beberlo. Todo nos viene del exterior. Ningún fallero lo ha pedido, pero ahí está, firme y haciéndonos templar a todos.
El año 2013 pasará como un año espeso, tedioso y difícil en el que la sombra de la crisis sigue oscura a pesar de todas las previsiones y predicciones. Nadie ve los claros que se pregonan y todo el mundo pasa olímpicamente de ello, porque, entre otras cosas, ya nadie cree en lo que se cansan en pregonar. Los ejemplos que percibimos continuamente nos dan la razón, empezando por la de la mayoría de los políticos, de uno y otro bando, que nos han llevado a un estado de incredulidad total. Y es que nadie puede entender esas resoluciones judiciales, ese juego de tronos, esa impunidad de los más pudientes y ese cebarse en los de a pie.
Poco se cree ya en la Justicia, porque se está demostrando que es diferente para según quién y cómo, a pesar del buen hacer de una buena parte de los magistrados. Seguimos viendo en la calle a los corruptos, que, con sus artimañas, hacen interminables sus procesos, mientras que los “desprotegidos” son los paganos en todos los aspectos de la vida. Esa es la imagen que la sociedad española refleja en el mundo entero, donde a España se le está catalogando como un país de tramposos, embusteros y chorizos. Y esta imagen es precisamente la que el colectivo fallero, a través de sus monumentos, va a plasmar este año en nuestras calles.
Carlos Fabra seguro que será uno de los favoritos de nuestros artistas falleros, seguido de cerca por los Bárcenas, los Urdangarines, los Blasco, los Bigotes, etc. Y es que, como ya viene sucediendo tantos años atrás, las fallas son el verdadero reflejo de la actualidad. RTVV tendrá su parcela de última hora, y este año sin que medien los premios otorgados desde Canal 9.
No quiero ser más derrotista y cruel en este número de final de año, tan sólo una pincelada de lo que sentimos la mayoría de los españoles y de lo que, como consecuencia, viene soportando el colectivo. Comamos los turrones en paz, dejemos que lleguen los Reyes Magos, gastemos con la familia el poco ahorro que tengamos y esperemos con paciencia que Dios provea para el año 2014. Porque la que se avecina es buena. Y es que en tiempo de tempestad hay muchos que aprovechan, y me huele que en este año que nos viene, muchos -quizás demasiados- van a pescar en el río revuelto.
Nuestros mejores deseos a los falleros y los valencianos en general para que en este 2014 podamos ser un poco más pacientes. Felices fiestas.