cendraFeta la llei, feta la trampa! Que difícil tránsito el de la opacidad absoluta a la legalidad más flagrante. Que acostumbrados estábamos en esta fiesta, en este país, a defraudar permanentemente. Llegan las normas, mejor dicho, se empiezan a conocer a golpe de normativas, decretos y leyes, reclamaciones, requerimientos e inspecciones, y descubrimos que las fallas, y los falleros, somos ciudadanos obligados por la mismas. ¡Vale ya! ¿Qué nos sorprende? ¿O es que queremos seguir siendo “esos consentidos” que no pagan? ¿Cómo queremos que el resto de la ciudadanía nos vea con buenos ojos si siempre estamos pretendiendo librarnos de las leyes y normas? Ai! Senyor senyor! Tanta roba bruta i tant poc sabó .... i tan neta que la vol el senyor rector.
 
Mes val fins el turmell, que fins el clatell. De verdad que hay que tener un cuajo muy especial. Ocultar en los cajones las dificultades con las que uno se encuentra para que al que venga detrás le estalle en los “morros”, no es la mejor forma de servir a los ciudadanos, y menos a los falleros. Y lo peor de todo es que no es la primera vez. Hacer como hacen los avestruces no es sino ser un cobarde y un pésimo gestor. Y engañar a los que creemos en ellos.. Quan més gros és el clau, més forat fa.
 
Ostres Pedrin! Que hartazgo de aquellos que, sin contrastar, sin preguntar, ni siquiera sin averiguar o leer, se lanzan a “opinar” en lugar de informar sobre los acontecimientos, arrogándose un falso y retorcido al gusto, derecho a la información. ¡Qué vergüenza! Y lo peor de todo es que cuando la “verdad” o la “realidad” les deja con el culo al aire, se encastillan y nunca, nunca, reconocen haberse equivocado. Vaya medios de “des-información” fallera tenemos... Sense paraules.
 
O tots moros, o tots cristians. Mientras exista un premio aparte para las fallas experimentales, será muy difícil que éstas sean consideradas mayoritariamente como lo que son, fallas en toda la extensión de la palabra. Además de ser una flagrante injusticia para el resto, ya que solo éstas pueden participar en dos concursos diferentes organizados por el mismo ente. ¿Por qué entonces no crear un premio a las fallas convencionales? Què no? 
 
A espentes i rodolons! Si la imagen exterior de las Fallas reside en parte, en la falla plantada en la plaza del Ayuntamiento, y ésta, aun siendo de toda la ciudad, no representa el sentir de los que hacen, trabajan y mantienen la fiesta viva, por mucho que nos pese, no es la imagen de las Fallas… es una imagen falsa, forzada y manipulada. Las fallas, como todo, progresan con el tiempo, cambian. Para que así sea, nada peor que andar a empujones con ellas... Fent i desfent, s’ensenya la gent.
 
A la força no es guanyen voluntats. Hay evoluciones-revoluciones que hacen mucho daño, pero que mucho, al progreso y a la evolución. Este es el caso de la propuesta de falla infantil plantada este año en la falla del Ayuntamiento. Y esto sin entrar en el gusto de cada uno... Temps al temps!
 
Estic fins la boina! Sí, hasta la coronilla, de todos aquellos que continúan machacando a los profesionales de las fallas, coartando posibilidades de trabajo, etc., utilizando de forma “imprudente” cuando menos, falsedades o verdades a medias, que adjudican mayor o menor contaminación a unos u otros materiales. Hay estudios muy serios sobre ello que desmienten categóricamente estos “supuestos”. Mejor no seguir por ese camino que nos puede llevar a conclusiones que aprovechen otros para seguir cortándonos las alas. El mejor ejemplo, la falta de interés por el concurso municipal. Un gran fracaso... Atendre i entendre, és bó per aprendre.

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