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El pasado jueves 21 de abril, y con la discreción que le caracterizaba, nos dejaba el gran artesano y mejor persona, Joaquín Clavijo González.
Joaquín Clavijo, albaceteño de nacimiento y valenciano de adopción, es y será siempre uno de esos grandes artistas que da la fiesta de las fallas, y cuya humildad y honradez en su trabajo le hicieron pasar desapercibido para el gran “faranduleo” fallero, pero tras él, y siempre junto a su inseparable esposa, nos ha dejado el legado de un trabajo que debe guardarse en la memoria de los amantes a la fiesta fallera.
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Desde sus inicios en 1971 con "La vuelta al mundo alrededor de la mesa del Comedor", realizada precisamente en el comedor de su propia casa para la comisión de Gran Vía Fernando el Católico-Ángel Guimerá, Clavijo deleitó a niños y mayores con su inconfundible estilo, infantil y fallero.
Su extensa producción fallera, siempre en fallas infantiles, y su indiscutible buen hacer, le harían artista inamovible en diversas comisiones falleras como la Plaza de la Merced donde en sus once años plantando le llevarían a debutar en la máxima categoría infantil en 1988, o los 25 años consecutivos (1976-2000) plantando en San José de la Montaña-Teruel. Comisión que con motivo de su 50 aniversario, le rendiría un sentido homenaje en febrero de 2009.

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Otras comisiones como Arzobispo Olaechea-San Marcelino; Plaza de España; Exposición-Micer Mascó; Tomasos-Carlos Cervera, o Jesús San Francisco de Borja, pudieron comprobar de cerca la valía de este artesano, que incluso después de su jubilación forzosa, pudo deleitarnos colaborando en algunas fallas infantiles que hemos visto últimamente en Torrent.

Desde estas líneas, nuestro más sincero reconocimiento a su trabajo, y el más sentido pésame a sus familiares y amigos.