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Con el lema “Todo lo que sobra”, el prestigioso artista urbano Escif plantea la idea de la falla que quemará Corona este año. Una falla que, como icono del proyecto, utiliza el famoso Lancia Delta de Rita Barberá que estuvo aparcado en el recinto del ayuntamiento durante 23 años.

La comisión de la falla Mossen Sorell-Corona presentó durante el pasado sábado el proyecto del artista urbano Escif para la comisión del Carmen. Una propuesta rompedora, una vez más, dentro de la dinámica fallera del colectivo presidido por Miguel Ángel Pérez, pero esta vez con una salvedad. La no participación en el concurso de fallas innovadoras destaca en un año donde, de nuevo, Corona romperá una lanza a favor de la otra forma de entender la plástica fallera en la calle. Una falla que, como icono del proyecto, utiliza el famoso Lancia Delta de la alcaldesa, Rita Barberá, que estuvo aparcado en el recinto del ayuntamiento durante 23 años.

El punto de partida de “Todo lo que sobra” lo encontramos en el origen de la fiesta. “La versión popular del origen de las Fallas dice que fueron iniciadas por los carpinteros. En la víspera del día de su Patrón, San José, quemaban en una hoguera purificadora las virutas y todo lo que sobraba, haciendo limpieza de los talleres antes del comienzo de la primavera”. Así se expresa un proyecto que intentará “hacer una falla que no sea una falla, pero que si sea una falla”.

El prestigioso Escif, experto del grafiti y considerado por muchos como el “Banksy” valenciano, plantea un concepto claro: reproducir aquellos elementos que “sobran” en el escenario habitual de una falla.

Se trata de “hacer una falla con todo lo que no es una falla, pero que irremediablemente forma parte de la transformación del paisaje urbano durante esta celebración; tanto los elementos que han de quitarse para despejar el espacio, como aquellos que son accesorios al monumento fallero”. Coches, motos, contenedores, señales de tráfico, bolardos y bicicletas, por citar algunos de los elementos que “sobran” para plantar la falla.

El artista afirma que la intención es “huir de la idea monumental del monumento, reivindicar el espíritu experimental y transgresor de las fallas, rechazando las formas ya conocidas, jugando con nuevos lenguajes; señalar y reivindicar la calle como espacio de intercambio, debate y reflexión; generar un diálogo real entre la falla y su contexto a partir de la interacción de elementos que ya pertenecen a ese mismo contexto; evitar, de esta manera, el carácter invasivo y colonialista del monumento; difuminar las fronteras entre lo que es y lo que no es y proponer algo divertido, pero serio... serio, pero divertido”.

El proyecto nace de una idea de Escif, pero para llevar a la práctica cuenta con la estrecha colaboración de la propia comisión fallera, así como del taller del artista Emilio Miralles, Pepe Henche, David Estal, Mónica Martín, José Belenguer y Fet d'Encàrrec.

La presentación de esta falla se englobó dentro de la programación de Intramurs, Festival por el Arte en Valencia.