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No sabemos si será un hecho extraordinario o simplemente flor de un día, el caso es que Pere Fuset moderaría con gestos evidentes su actitud, convirtiendo la Asamblea de Presidentes del mes de enero en la más tranquila de la era Fuset hasta la fecha.

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No sabemos si será un hecho extraordinario o simplemente flor de un día, el caso es que Pere Fuset moderaría con gestos evidentes su actitud, convirtiendo la Asamblea de Presidentes del mes de enero en la más tranquila de la era Fuset hasta la fecha.

Un buen trabajo de la denominada como “fontanería” o sencillamente entender que con imposiciones no se llega a ningún lado, generaría en la noche de ayer la que sea posiblemente la Asamblea de Presidentes de Fallas más llevadera para el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset.
La Asamblea se presumía complicada de inicio, una propuesta sobre la “obligatoriedad” de disponer de la bandera nacional en el escenario sobrevolaba la sala. Ante la más que evidente posibilidad de perder una segunda votación, las palabras de Fuset meses atrás en las que dio a entender sus consultas sobre el tema y la no obligatoriedad al respecto quedarían aparcadas, y la bandera europea, la española y la de la Comunidad Valenciana, presidieron la Asamblea, eso sí, esta vez no tuvieron el foco cenital que iluminaba la senyera el mes pasado quedando en la penumbra del segundo término.

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Como es tradicional el primer punto del orden del día sería el informe de presidencia, en este el concejal realizaba la pertinente explicación que trasladaría al pleno sobre el levantamiento del veto a los versos de Ampar Cabrera. Esta vez con un teórico informe jurídico en la mano, el concejal indicaría que a la pregunta formulada al abogado de la ciudad, este le contestaría que el libro editado por JCF debe cumplir con la normativa de la AVL, nada especificó sobre la libertad o no de los colaboradores, pero a pesar de ello salvaría el expediente indicando que dado el compromiso adquirido y con carácter "excepcional", se publicarán los versos dedicados a las Falleras Mayores por la ganadora del premio Extraordinario Bernat i Baldoví de 2015 como viene siendo tradición. Salvado este punto el resto de la Asamblea sería “un paseo en barca”.
La gran acogida de la difusión del cartel de fallas y del “Ambassador’s Club” con cartas realmente emocionantes según la vicepresidenta Montse Catalá; la aprobación de las recompensas a título póstumo del presente ejercicio; la aprobación de las normas de la ofrenda sin modificación sobre el pasado ejercicio; la prohibición de realizar fotografía en el interior del Museo Príncipe Felipe mientras la exposición no esté inaugurada; la invitación a los artistas falleros al acto de inauguración, y poco más para llegar a unos ruegos y preguntas más “lights” que en otras ocasiones.

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El calendario escolar infantil respecto al 15 de marzo es un tema habitual donde Fuset se limitaría a decir que daría traslado al órgano pertinente; la manida subvención de luces y su cobro todavía pendiente; el permiso de ubicación de falla reclamando una mayor celeridad en los trámites; la necesidad de más butacas en las exaltaciones de las Falleras Mayores de Valencia cuando son dos presidentes o dos Falleras Mayores, principalmente en los infantiles; el orden determinado en los balls de carrer; el orden de visita del jurado de falla; la ubicación en “el gallinero” de los presidentes en la exaltación de la Fallera Mayor, momento que conllevó la ovación de los presidentes presentes; la vestimenta de los invitados; la premura en las devoluciones de finanzas, o como dijo Inma Guerrero en la Gala de la Cultura, la necesidad de mirar el tema de los "mercenarios" en el concurso de teatro, un hecho que como recordarán sucede desde que existe la posibilidad vía Reglamento Fallero de poder estar censado en varias comisiones.
Aprovechando este comentario Pere Fuset solicitaría aportaciones para mejorar las bases del concurso de teatro, así como trasladaría la conversación mantenida con la Rambleta para evitar los espectáculos musicales programados en el mismo horario que el teatro, y felicitando por ambas Galas de la Cultura a los responsables, una felicitación que algunos echaron a faltar en las intervenciones de las diferentes vicepresidencias, y que como es habitual no intervendría el vicepresidente del área.
Sin nada más que tratar, la Asamblea de enero se salvaría por parte del organismo rector sin ningún sobresalto.