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Un error inesperado hace que la mascletà comience por el terremoto final, desluciendo un espectáculo que se prometía de gran altura.

Un error inesperado hace que la mascletà comience por el terremoto final, desluciendo un espectáculo que se prometía de gran altura.

Día conmemorativo en la plaza, donde la propia Fallera Mayor de Valencia luciría un lazo morado en homenaje al día de la mujer trabajadora, y donde en el centro de la plaza, una mujer, una profesional de altura, capitaneaba el disparo, pero no por su condición de mujer, Mª José Lora Zamorano lo hacía principalmente por la condición de haberse ganado con creces el estar al frente del disparo y de su empresa, Caballer FX-Global Foc, por derecho propio.

Pero no pudo ser. Lo que se prometía como un disparo de gran nivel, reivindicativo y contundente, quedó deslucido por un error, humano o tecnológico, que supuso que el disparo se produjera en formato inverso.
A la orden de las Falleras Mayores comenzaría de inmediato el terremoto final, lo que supuso el desconcierto de los pirotécnicos, así como de su ‘capitana’ quien no podría evitar las lágrimas ante tal imprevisto. Un disparo que en su conjunto podría haber sido uno de los mejores hasta el momento, e incluso lo sería para algunos que no se percataron de lo que estaba sucediendo en la plaza. Errar es de humanos, y eso también nos hace iguales a todos.
Gracias a la profesionalidad de los integrantes del equipo de Mª José no hubo que lamentar percances. En otros disparos igual el problema hubiera sido mayúsculo, principalmente cuando vemos un número indeterminado de operarios correteando por el interior de la jaula, presumiblemente más pendientes de la foto que de una función concreta.
Deseosos ya de ver el próximo disparo de Mª José Lora Zamorano, que a buen seguro evidenciará la calidad de la empresa pirotécnica que dirige.

El resto de la plaza se uniría al unísono en el aplauso merecido entre vítores y proclamas reivindicativas.