ImageMuchas ideas harán falta a partir de que la ciudad quede limpia de cenizas y desafueros, cuando comencemos a planificar un nuevo ejercicio fallero con las rémoras del anterior, consecuencia de los resultados económicos.
Las comisiones falleras se han venido cargando de inventos, como exaltaciones, despedidas, homenajes, premios, recompensas, semanas culturales y demás eventos de distintas paridas sin homologar, que sólo les han supuesto gastos sin retorno, aunque las satisfacciones vaguen por caminos divergentes.
Ya este año se han ido sacudiendo la polvareda y algunos han quedado inéditos, otros recortados, al menos hasta que los tiempos cambien y se vuelvan a afrontar sin apreturas.
Ahora es cuestión de retomar conceptos, poner las monedas encima de la mesa y hacer las separatas para cada caso, pero sobre todo agudizar el ingenio porque habrá que superar los ingresos si no queremos quedarnos sin mojar.
Todos sabemos que las bandas de música son una auténtica sangría para las comisiones falleras y lo que es peor, por falta de presupuestos estamos contratando verdaderas charangas de cuatro músicos que en ocasiones resulta hasta ridículo.
Pues podría ser una solución el que la Diputación Provincial, Ayuntamiento de Ayuntamientos facilitara gratuitamente las bandas de música necesarias para los desfiles de recogida de premios y ofrendas, aunque tuvieran que doblar recorridos, incluso comisiones. Una banda para cada dos a ser posible con un número no inferior a 30 músicos.
Manera de reducir dispendios y puesto que las tres "efes" son intocables, fallas, fuegos, flores, sería evitar pagar entre 800 y 1.200 euros que cobran por el texto de un "llibret" que no lee casi nadie.
Los falleros no debemos estar a merced de un concurso manipulado y que encima nos toquen la pasta descaradamente, se repartan y lleven también el importe de los premios en metálico, homenajes, cenas y agasajos varios.
La explicación de la falla se puede hacer también en prosa, cuidando delicadamente la escritura y con coste cero.
Cada comisión sabrá de acuerdo con sus presupuestos de donde pueden recortar gastos, qué actos pueden hacer puente hasta que soplen vientos de popa, dígase con las velas extendidas, y si cabe suprimir eventos, siempre y cuando no afecten al buen ritmo y ambiente del colectivo.
Pero por favor que no lo paguen las fallas propiamente dichas, que sigamos presumiendo de no quemar nada material, sólo mano de obra, sueldos, familias que trabajan y viven de esto, horas de labor, arte efímero, socarrón y humor sano.
Saquemos un poquito de muchos y tal vez nos salgan las cuentas más allá de la carga para unos pocos, y pongámonos a trabajar más de los que somos.
Respetemos casos especiales de familias que por ser muchos en la comisión no puedan soportar el peso conjunto de cuotas y loterías, y abramos nuevos cauces de pervivencia.
Y que no nos tomen el pelo quienes nos facturan, salones, cubiertos, teatros, vestuarios, alquileres de carpas y sus complementos, apretémonos pero también apretar y que nos alcance a todos.