Si el momento por el que está atravesando el colectivo no era suficiente, nos salen otros que pretenden aguarnos nuestras fiestas, esas tan esperadas y que tanto sacrificio nos cuesta llevar hacia adelante. Y claro, con el fallero han topado. Por nada del mundo se va a permitir que unos incontrolados vengan a aprovecharse del trabajo y la ilusión del colectivo para expresar sus reivindicaciones, por muy justas que sean. El año tiene muchas más fechas para que quien considere oportuno manifieste pacíficamente lo que considere.
Lo hemos dicho estos días en repetidas ocasiones, no estamos en contra de esas protestas, ni mucho menos, lo que sé estamos en contra es de que nuestros actos falleros se conviertan en tierra propicia para esos menesteres. Y es que ya no se trata de una protesta en sí, es el afán que un grupo aislado tiene por reventar estos actos que los valencianos, y sobre todo los falleros, estamos orgullosos de contar con ellos.
Lo que ya colmó el vaso fueron los insultos hacia nuestras máximas representantes por parte de un grupo de impresentables que aprovechan la revuelta para hacer de las suyas. Pero han tenido respuesta de los falleros, apoyando a las Falleras Mayores de Valencia y sus Cortes de Honor al máximo al permanecer junto a ellas en su salida del consistorio.
Desde ese día las acciones cambiaron de tono y quisieron dejar claro que no iban contra las Fallas, pero eso nadie lo creyó, porque de ser así hubieran dejado esas manifestaciones una vez que las autoridades abandonaran el balcón. Pero no, erre que erre durante todo el tiempo que las falleras continúan en él.
No entendemos cómo no se han dado cuenta, los que se manifiestan y quienes les apoyan, de que han perdido toda la credibilidad y razón que pudieran tener al seguir aprovechándose de las Fallas. Nadie les hace caso e incluso hemos podido presenciar los reproches de la gente no fallera que se enfrenta verbalmente contra ellos.
La calidad está presente
También este año hemos podido ver grandes obras en las diferentes demarcaciones. La escasez de presupuestos de las comisiones no ha sido impedimento para que tanto falleros como artistas hayan hecho un esfuerzo supremo para que podamos ver la calidad de años anteriores.
A las pruebas me remito, y miren, si no lo han hecho, los monumentos plantados en la sección Especial, o en la Primera, o en cualquiera del resto y comprobarán lo que apunto. Y es que los artistas, viendo el panorama, han querido aportar su grano de arena, en este caso, muchos granos, para que no decaiga la calidad. Y eso es muy loable de su parte.
Para aquellos detractores que no conocen el colectivo, la importancia del trabajo y, sobre todo, lo que ello supone económicamente, que aprendan, que intenten encontrar algún otro capaz de hacer lo que hacen los falleros, que tan sólo piden que esos quince días se les permita disfrutar de lo conseguido en todo un año de esfuerzo.