La expresión "bailar con la más fea" siempre me ha hecho mucha gracia. Es muy versátil y sirve para todo, o casi todo. Y con la cantidad de "bailes" a los que asistimos dentro del mundo de las Fallas, pues eso, que siempre está el "pobret meu" al que le toca bailar "con la más fea".
Para algunos, durante las fiestas que acabamos de quemar hace un cuartito de hora, la "fea" con la que les tocó bailar fue el artista de turno que no plantó. En los últimos años el cartel de "empleado del mes" se lo está llevando Marcelino Beltrán, pero hay más, no muchos, pero los hay. Son bailes "agarraos", por aquella frase de "como lo agarre se va enterar".
Hay bailes más movidos, mucho más movidos. ¿Se acuerdan de la lambada? Pues eso es lo que se han marcado Juan Carlos Molés y Sueca; un pedazo de lambada, es decir, un "baile" de los de calentón y pies para qué os quiero. Declaraciones cruzadas, abogados y denuncias. Veremos cómo acaba la historia, pero seguro que no lo hace como si fuera un cuento de Disney.
Y hablando de artistas, comisiones y fichajes, hay algunos que han bailado con "feas" de todo tipo. Los que peor han llevado el ritmo han sido los del "vals del minuto". Un minuto aquí, otro minuto allá... y otro minuto en ningún sitio. Tan pronto les confirmaban como artistas de la falla, como después les decían el "bueno, mira, es que hemos pensado...". Malo, que pensar no trae nada bueno. Está el mercado como para poner en aprietos y a "hacer cola" a los artistas falleros. Señores, que las épocas de presentar bocetos y someterlos a la votación de la comisión son ya agua pasada. El constructor Paco Juan declaraba para nuestra publicación hermana, Actualidad Hogueras, que él ya no pasa por eso, que de presentar bocetos naranjas de la China. Que no, que le busquen a él por lo que es, por su carrera. Y eso es lo que debería ser. El día que se comiencen a cobrar los proyectos al precio que valen, es decir, que si la comisión quiere ver un boceto, primero que lo pague, veremos qué pasa.
El último baile se lo reservo a la sección Especial de 2008. No sé a estas alturas si será un rock o un pasodoble, pero lo que sí que es cierto es que sacarse el ticket para la sala de baile será caro. Y si es caro para las Fallas que vienen, no les quiero ni contar cómo serán las de 2009, más que nada por esos rumores tan sabrosos que adelantan mucho dinero sobre el tapete y competición. Sí, eso dicen, competición...

PD: La rumba y el chá-chá-chá ya los bailaremos más adelante, que el ejercicio no ha hecho más que empezar.

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