María Donderis comenzaba la tarde de la exaltación mostrando el color de su espolín. El nombre Jumilla pasa a formar parte de la historia en las exaltaciones infantiles de esta forma. La pequeña reina, junto a sus compañeras de la Corte de Honor, llegaron al Palau de la Música pasadas las 18:30 horas de la tarde del sábado 31 de enero en coches clásicos, al igual que sus homónimas mayores hacían en la noche del viernes. La música de los más de treinta músicos de la Escola de Tabal i Dolçaina de la Junta Central Fallera acompañó esta entrada tan esperada por el mundo de la fiesta.

En el hall del Palau de la Música esperaban ya las autoridades presentes en esta exaltación. Y la misma costumbre de todos los años. Mientras que la velada de la exaltación de la Fallera Mayor de Valencia es frecuentada por las autoridades de una forma más o menos habitual, la exaltación infantil queda relegada en este sentido a un segundo plano. Una costumbre que no es del agrado del mundo fallero.

La consellera de Educación, María José Catalá, en representación de la Generalitat Valenciana, y el vicealcalde Alfonso Grau recibían a María, junto con el presidente de la Junta Central Fallera, Francisco Lledó; la presidenta del Palau de la Música, Mayren Beneyto y el mantenedor, el notario Salvador Alborch.

La empresa valenciana Sagitari Productions fue la encargada de nuevo de un encargado complicado: abordar la primera parte de la exaltación infantil. Y es que si el espectáculo de la noche anterior es siempre mirado con lupa, la lente que utilizan los pequeños espectadores para escudriñar aquello que se les ofrece no es menos exigente; todo lo contrario. La afirmación de que “la belleza está en el interior” sirvió para articular en “Bella i Bèstia” a más de 30 artistas, que intervinieron en el musical cantando los temas más conocidos de la película de animación.

En esta tarde de ilusión pudimos ver las joyas de la indumentaria que son los trajes de las Falleras Mayores de Valencia y sus Cortes de Honor. En el caso de María, la confección del traje fue de la firma Espolín, al igual que los trajes del XIX de la Corte de Honor Infantil. Los del XVIII son obra de Edu Cervera. Las telas de las infantiles son de Vives y Marí, al igual que los espolines. Los trajes de la Corte de Honor mayor son obra de En hilos de seda y las telas de Rafael Catalá. Los aderezos son unas piezas realizadas por Art Antic; las manteletas y mantillas, de Artesanía Viana; las medias, de Elvira Bella; las peinetas, de Castelló & Castelló; los abanicos, de Ana Muñoz; los zapatos, de Solepiel; las bandas, de Artesanías Llobe; las joias, de Isidro Calvete, los pañolones, de Camilo Miralles, y los cancanes de La Llar del Fil.

“El Fallero” daba calidez a la sala Iturbi, y el mundo de la fiesta se preparaba, una vez más, para sentir y vivir uno de los momentos imprescindibles del ejercicio fallero. Una vez más, la voz de Rafael Martí Monforte, sobrino del añorado Pepe Monforte, ponía los compases iniciales al protocolo, y los sones de la suite de la Corte de Honor, del maestro Grau Vergara, anunciaban la llegada de la Corte de Honor Infantil.

Aitana Alfonso Flores, María Cano Oliván, Carlota García Verdú, Aitana Rodríguez Muñoz, Alejandra Espinosa Torao, Loida Vicedo Flor, Lucía Esteve López, María Andrés Alcañiz, Alejandra Cotino Soriano, Nerea Rodríguez Marín, Lucía García Esteve y Loreto Sánchez-Ferragut Calvet recibían la banda y la joia de manos del concejal de Fiestas y Cultura Popular, Francisco Lledó. Fue el anterior edil, Félix Crespo, el primero en imponer la banda a las Cortes de Honor en este acto.

De nuevo la voz en off y la música de Grau Vergara daban paso, pero en esta ocasión a María Donderis. La pequeña, que estudia sexto de primaria en el Colegio Internacional de Levante, iniciaba el trayecto más emocionante de la vida. Acompañada por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que no estuvo al inicio de la tarde pero llegó para el momento fundamental de la misma, y los maceros del Ayuntamiento, llegó al escenario, desde donde dedicó un emocionado saludo antes de recibir la banda y la joia que la acreditan como Fallera Mayor Infantil de Valencia.

En el día de su exaltación, a la Fallera Mayor Infantil de Valencia le acompañó como paje su hermano Gabriel que, con 8 años de edad, cumplió con la ilusión de su hermana.

A continuación comenzaba la ofrenda de una veintena de canastillas de flor y la visita de las reinas de las fiestas hermanas, Dunia Gormaz Campos, Reina Infantil de las Fiestas de la Magdalena de Castellón, y Nuria Menargues Lorenzo, Bellea del Foc Infantil de Alicante.

El mantenedor de María Donderis fue Salvador Alborch Domínguez, notario, árbitro de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio y mediador de la fundación Solutio Litis del Colegio Notarial de Valencia. Alborch es conocido en el mundo de las Fallas por ser el notario responsable de levantar acta del veredicto de elección de las Cortes de Honor y Falleras Mayores de Valencia durante más de diez años.

Pueden leer el discurso completo en este enlace.

Tras la interpretación de los himnos, la comitiva se desplazó a la Basílica de la Mare de Déu dels Desamparats para realizar la tradicional ofrenda de flores. Hay que señalar que también se suspendió el castillo de fuegos artificiales por motivos de inestabilidad atmosférica.