El teatro en Valencia es cosa de falleros, y una vez más evidenciaron su compromiso con el legado de Tespis para hacer de la “nit d’ànimes” un foco cultural de primer orden, gracias esta vez a les Falles del Carmen.

A pesar de la situación generada y los recortes sobre el guión establecido, los textos José Zorrilla sonaron con toda su intensidad por las calles del Barrio de Carmen. Las paradas establecidas en la antigua casa Insa y el portal de Valldigna, serían casi impracticables para el gran público congregado, quienes respetuosamente como así se había solicitado seguirían un cortejo ante una multitud de viandantes infinitamente más “escandalosos” que los falleros, y que disfrutarían como es habitual de la noche de halloween ajenos a la manida zona ZAS (Zona Acústicament Saturada) que sólo parece afectar al colectivo fallero.

Como tercer y última parada se alcanzaría el Centro Cultura El Carme, donde el antiguo claustro gótico quedaría abarrotado con más de 500 personas, y más no fueron porque la seguridad impediría el paso. Un espacio que pareció creado para contemplar las peripecias de Don Juan, y que con un poco más de preparación se podría convertir en un punto de referencia para este “Don Juan al Carme” que sería un éxito rotundo de convocatoria gracias la nueva marca de Falles del Carmen que agrupa a las comisiones integradas en la Agrupación de Fallas del Carmen y Carme t'Estime.

Un espectáculo teatral de primer orden con historia y tradición, que debería volver a convertirse en un clásico en la “nit d’ànimes”.