Las fallas se ponían sus mejores galas y acudían a Feria Valencia durante la noche del 24 febrero con el objeto de pasar una velada inolvidable. Falleras mayores, presidentes y componentes de las cerca de 400 fallas que componen el censo de la Junta Central Fallera, además de diversas juntas locales, acudieron a la cita en una noche que siempre resulta divertida.

Como nota anecdótica cabe señalar que, en esta ocasión, además de la cartelería y señalización dispuesta por la organización del ente fallero para guiar a los asistentes, a su llegada, los falleros se encontraron una bienvenida adicional en el hall de entrada al pabellón: una falla. Se trataba de la falla elaborada para FITUR y que durante toda la semana ha estado expuesta en Cevisama. Una afortunada coincidencia para una noche netamente fallera.

La costumbre ordena que la llegada de las comisiones se certifica con la foto de familia que cada una de los 26 sectores en los que se divide el censo, además de las juntas locales, se realizan junto a la Fallera Mayor de Valencia, la Corte de Honor y el presidente de la Junta Central Fallera. Raquel Alario, junto a sus doce compañeras de la Corte y el concejal Pere Fuset, se fotografiaron junto a falleras mayores y presidentes como preludio de la noche de fotografías y recuerdos que se avecinaba.

Los familiares de las máximas representantes mayores de la fiesta, así como la delegación de Protocolo, encargada de coordinar esta cita, y la directiva del ente burocrático fallero, también se tomaban varias instantáneas minutos antes de que la Raquel y su Corte hicieran su entrada acompañadas por los aplausos de los más de 2.580 asistentes.

Hay que señalar que las juntas locales falleras de Albal, Alfafar, Algemesí, Benetússer, Benifaió, Bétera, Buñol, Catarroja, Godella, Manises, Massanassa, Moncada, Paiporta, Picassent, La Pobla de Vallbona, Puçol, Riba-roja del Túria, Sedaví, Silla, Utiel, Vall d’Uixó, Xàtiva, San Antonio de Benageber, Picanya, Benaguasil, Benicarló, Torrent, Carlet y Lliria acudieron a este señalado evento.

Una vez finalizada la cena, y tras el preceptivo brindis, la orquesta La Tribu fue la encargada de poner la nota musical, que alargó la fiesta hasta bien entrada la madrugada.