Quinta de abono en la plaza, y media entrada de un respetable que sigue sin disfrutar de una mascletà con esa luminosidad que nos da el azul del cielo.

En la catedral de la pólvora tercer año de la Pirotecnia Nadal-Martí de l'Olleria, un disparo serio y contundente de los que gustan, aunque desgraciadamente se pudo escuchar el silencio cuando llegaba el momento álgido del disparo, el terremoto final.

En el balcón de la casa consistorial la primera Teniente de Alcalde de la ciudad y responsable de Turismo, Sandra Gómez, hacía de anfitriona junto al vice Alcalde de Maguncia, Christopher Sitte, ciudad hermanada con Valencia desde hace 40 años y con la que se mantiene un intercambio cultural que este año cobrará protagonismo.

Por lo que se refiere al repertorio musical, parece ser que hoy el convenio con el ente autonómico para la difusión de los artistas y grupos valencianos se tomaría un descanso dejándose ganar por el baile. Un ritmo que no llevaban los profesores que a pie del balcón consistorial recordaban su situación.