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Si de algo ha ido sobrada siempre la falla Convento de Jerusalém-Matemático Marzal, además de muchas otras cosas, ha sido del respeto, la elegancia y la clase.  Desde hace unos años se viene realizando la “cena de la plantá” y a ella siempre se ha invitado a los miembros de los medios de comunicación, la que siempre ha resultado amena, divertida y respetuosa. Este año la cena se ha celebrado, pero allí no estaba Jesús Barrachina ni su equipo. Y se ha notado.

La falta de experiencia y el desconocimiento de modales necesarios para seguir dando la talla que desde tantos años atrás viene ofreciendo esta emblemática falla, se han evaporado. Y esto sí que es una verdadera pena.  Pero es que, además, hasta los más veteranos reconocen el cambio experimentado, lo que me ha motivado para hacer público el dato. Convento no puede poner en manos de inexpertos sus actos públicos, porque es la imagen que se trasmite y lo que tantos años ha costado, no debe perderse tan de repente.