AVÍS AL LECTOR:

PunxesEl punyeter indomable està gris com l’oratge.

Igual estic equivocat, però ¿por qué parece, al menos a quien esto escribe, que no hay futuro en las fallas, que no se puede hacer nada, cambiar nada, mover nada y además no vale la pena ni intentarlo? Segurament ho estic, equivocat clar!

Amb tot el que va caure! Dicen que después de la tormenta viene la calma. Eso parece estar sucediendo en el inicio de esta legislatura. Después de una confrontación brutal de sectores ideológicos muy distantes, que tiraron en direcciones diametralmente opuestas en un pulso electoral, ha llegado ahora el letargo, el marasmo emocional, la parálisis. Tu a lo teu i jo a lo meu.

I nosaltres, què? Mientras, en el centro nos hemos quedado todos los demás. Sí, todos aquellos que siempre creímos que una tradición mal interpretada es una rémora y un salto al vacío es una invitación a no avanzar. Fa més qui vol, que qui pot.

Si no l’agafem, ens quedarem enrere!  El mundo, la sociedad, a nuestro alrededor sigue, cambia y se adapta a nuevos tiempos, formas, técnicas y exigencias. Mientras nosotros, los falleros, seguimos a la espera de ideas, iniciativas y propuestas que abran nuevas perspectivas, nuevos horizontes, nuevas inquietudes. Sólo honrosas excepciones, llegadas de quien, de verdad, lleva en la sangre esta fiesta, nos mantienen alerta, vigilantes y mínimamente ilusionados. Si no fora així… Au! Cacau! 

Qui té boca s’equivoca! Es tal la sensación de descontrol y desánimo entre los miembros de Junta Central Fallera que resulta cada vez más palpable y nunca deseable. Se asumen los ‘fracasos’ (hay quien los celebra y hay quien los obvia). Planea sobre todos ellos/as, un particular sentimiento de ‘desilusión’ y ‘desgana’ muy preocupante, sobre todo en el inicio de una legislatura. Malament anem.

Valencianes i valencians…! En pocos días volverán a las calles las fallas, ¡benditas fallas!, y todos olvidaremos por un tiempo el mal sabor de boca que nos deja el tránsito por un ejercicio sin fuste ni muste, sin cambios reales, sólo buenas intenciones iniciales abandonadas de inmediato ante la imposibilidad de dar un solo paso. Visquen les falles!   

De veritat que les Falles importen? No ho crec. Esta és una de les tantes mentides que se solen assumir pública i diàriament. Mare meua com estic!

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