Las Fallas de septiembre de 2021, el esperado cierre del ciclo truncado por la cancelación de marzo de 2020, están dejando imágenes sorprendentes para el recuerdo. Las calles de la ciudad se debaten entre el aspecto tan habitual del mes de agosto en la urbe, vaciada hacia otros destinos más refrescantes, y el trasiego en las demarcaciones falleras que ya han empezado la plantà.

El traslado de piezas voluminosas de fallas ha sido constante desde el pistoletazo de salida del pasado jueves 19 de agosto en Feria Valencia. Las fallas guardadas en el recinto ferial comenzaban su periplo de vuelta a las calles, y con ellas muchas más.

La sección Especial, como es normal, ha sido las más madrugadora. Sueca-Literato Azorín y Vicente Llácer inauguraban la plantà de la sección de oro el pasado sábado, y pronto se han sumado otras, como L’Antiga de Campanar, de Carlos Carsí, que ha ido avanzando desde ayer lunes.

La Falla del Regne y Sergio Musoles celebraban esta mañana el reencuentro de la demarcación con el busto de Lucrecia Borgia, que fue incinerado en un acto vandálico durante la noche del 16 de marzo, ya en pleno confinamiento. Hoy, reconstruida, ha vuelto a su casa.

Los transportes constantes a la Plaza del Pilar por la calle Maldonado han sido la tónica habitual los últimos días en el feudo de Paco Torres, mientras que Mario Gual y Na Jordana empezaban hoy a llevar piezas a la plaza del Portal Nuevo. También Exposición-Micer Mascó y David Sánchez Llongo inauguraban esta tarde-noche su plantà, al igual que Convento Jerusalén-Matemático Marzal y Pere Baenas.

Manuel Algarra desembarcaba ayer en la plaza de Almirante Cadarso-Conde de Altea, y hoy lo hacía unos metros al lado, en la de Maestro Gozalbo-Conde de Altea, de la sección 1ªA. Dentro de esta categoría el más madrugador ha sido Paco Giner, cuya falla para Grabador Esteve-Cirilo Amorós ha sido una de las habitantes de Feria Valencia.

Linterna-Na Robella recibía las piezas de la falla de Pasky Roda, así como otras muchas de las comisiones de la categoría de plata que, poco a poco, comienza a coger impulso e inercia de plantà; una plantà que nos llevará hasta el día 1 de septiembre, aunque antes llegarán las fallas infantiles. En todo caso, una situación que hace de esta plantà de agosto una estampa inédita hasta el momento.