El colofón a una gran jornada festiva llegaba a las 20 horas del domingo 3 de marzo. El acto protocolario de la Crida daba el pistoletazo de salida a la fiesta una semana después de lo previsto, debido a su suspensión por el trágico incendio de Campanar. Precisamente, el recuerdo del siniestro ha sobrevolado la tarde en varias ocasiones, tanto en el espectáculo audiovisual previo como en el discurso de las Falleras Mayores de Valencia. Y ha sido de las dos ya que por primera vez los parlamentos de ambas falleras ha formado parte de un mismo conjunto, iniciado y cerrado por María Estela Arlandis, y dado de continuidad en su nudo por Marina García.
Ya desde primera hora de la tarde, los aledaños de las Torres de Serranos presentaban el aspecto de día grande. Y con expectación se veían los controles de seguridad dispuestos para intentar paliar el acostumbrado botellón que empaña el evento; un botellón que, aunque en menor medida, ha hecho acto de presencia por parte de algunos que han logrado ‘colar’ el material etílico.
Dentro de las novedades, cabe destacar el papel destacado que ha tenido la Banda Municipal de Valencia, con un palco accesorio en la parte delantera de la grada, donde los profesores han estado sentados interpretando varias piezas de música valenciana, así como los himnos de la Comunidad Valenciana y España al final del acto.
Pasadas las 19:40 horas daría comienzo el espectáculo visual ‘Valencians, en peu alcem-se’, a cargo de La Fam Teatre. Y una vez concluido, el momento más esperado: la aparición de las Falleras Mayores en la grada, quienes, tras las palabras de agradecimiento de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, al pueblo valenciano por la solidaridad mostrada durante los días siguientes al fatídico incendio de Campanar, y entregar la llave de la ciudad a las máximas representantes, enunciaron su discurso. Cabe señalar que la alocución se detuvo unos instantes debido al pequeño fuego producido por una salida en una palmera cercana, pero rápidamente se reanudó.
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María Estela ha lucido para la ocasión un espolín San Rafael en color Garnet en un traje confeccionado por Marián Indumentaria Valenciana. Las manteletas son de Artesanía Viana, aderezo de Art Antic, puntillas de Santos Textil y cancán de Margarita Vercher.
Marina, por su parte, vistió un traje confeccionado por Segles Indumentaria Valenciana con un dibujo Covadonga en fondo azul mediterráneo. Lleva manteletas de Artesanía Viana, aderezo de Dalmau, ropa interior y cancán Mireia de Margarita Vercher y peinetas exclusivas del Taller Flor d’Aigua con dibujo de inspiración clásica con el escudo de Valencia.
Una vez finalizada la Crida, la acción se trasladó a la Real Basílica, donde la ofrenda a la Virgen de los Desamparados puso el punto final a un intenso domingo repleto de citas falleras.
