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Amenazaba lluvia, y llovió. Pero fue de fervor y de devoción. El mal tiempo atmosférico no fue impedimento esta vez, y la procesión de la Virgen de los Desamparados recorrió las calles de Valencia durante la tarde de la festividad de la Patrona. De esta forma Valencia volvió a vivir uno de los momentos más esperados del año.

De nuevo la lluvia amenazó el colofón a una jornada para el recuerdo. A media tarde los nubarrones descargaban una fina pero constante lluvia que ponía en duda un año más la celebración de la procesión de la Mare de Déu dels Desamparats. El momento reservado al recogimiento, a la manifestación íntima de un fervor que el pueblo valenciano reedita año tras año mediante una jornada como la de ayer. Un día en el que devoción y el amor por la “mareta” da cuerpo y sentido a la jornada con olor a pétalos de flor y a incienso.

La lluvia remitió y minutos más tarde de los programa comenzaba la procesión general. La cruz catedralicia salía de la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia, y tras ella se incorporaban los representantes de las comisiones falleras, que aguantaron el chaparrón bajo los paraguas y tomaron parte en la muestra de fervor popular vespertina.

La participación fallera fue dando color a las calles del centro histórico, que a ratos bañó el sol y que durante toda la tarde decoraron los pétalos de flor que, preparados como es tradicional, aguardaban el paso de la bella imagen de la “Geperudeta”.

El estandarte de la Junta Central Fallera encabezó el desfile de las Cortes de Honor, para que momentos después fueran Ariadna Galán y Mª Pilar Giménez, las que atravesaran la plaza de la Virgen en dirección a la calle Caballeros. La comitiva fallera concluyó su desfile y comenzaron a salir desde la Catedral las diferentes entidades y cofradías que participan en esta procesión. De esta forma, Lo Rat Penat y la Regina dels Jocs Florals, Amics del Corpus, la Junta Central Vicentina con su Honorable Clavariesa, los Seguidores de la Virgen y la Cofradía de la Virgen de los Desamparados participaron en la procesión.

La aparición de la Escolanía de la Virgen y los aplausos en el interior del templo precedieron a las salvas de ordenanza. La imagen de la Mare de Déu dels Desamparats iniciaba el recorrido de la procesión acompañada por los concejales del Ayuntamiento de Valencia y por el arzobispo, monseñor Carlos Osoro, en la presidencia eclesiástica de la procesión.

Hay que destacar, entre las autoridades civiles, la participación del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa, Rita Barberá, además de la práctica totalidad de ediles del consistorio.

La imagen de la Virgen encaminó sus pasos bajo una lluvia constante de pétalos de flor, los cuales formaron una excepcional alfombra multicolor que la acompañó hasta su regreso, pasadas las 21 horas, a la Real Basílica. De esta forma concluyó uno de los días más esperados del calendario festivo de Valencia.