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La falla Borrull-Socors realizó ayer tarde en los salones del Jardín Botánico de Valencia, la tercera edición del Club de las Historias. Una iniciativa que dada las fechas actuales llevaría por título "Política Fallera", y que tendría como tema principal los programas de diferentes formaciones políticas referidas a las Fallas.

Moderada por el periodista de Ràdio Nou y director del Cadafal, Alejandro García, la mesa de debate estuvo compuesta por Félix Crespo, concejal de Fiestas y Cultura Popular del Ayuntamiento de Valencia y miembro de la candidatura de Rita Barberá por el Partido Popular a la alcaldía de Valencia; Pilar Calabuig, concejala del grupo socialista en sustitución del anunciado Joan Calabuig, candidato a la alcaldía de Valencia por el Partido Socialista del País Valenciano; Joan Ribó, también candidato a la alcaldía de Valencia por la coalición Compromís, y Miquel Ramon, candidato a la alcaldía de Valencia por Units per Valéncia.
No se presentaría como estaba anunciado el candidato a la alcaldía valenciana por Esquerra Unida, Amadeu Sanchis, siendo únicamente Miquel Ramon y Joan Ribó los alcaldables presentes.

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El debate tuvo una primera introducción de cada uno de los contertulios exponiendo sus programas electorales. Félix Crespo expondría en su primera intervención la línea de trabajo actual realizada desde JCF definiéndola como un ente organizador. Pilar Calabuig y Joan Ribó siguieron los puntos de su programa, mientras Miquel Ramón apuntó conceptos generales recordando que los diez puntos principales de actuación en materia fallera se encuentran en la revista Actualidad Fallera. Y es que en nuestro número publicamos varios de los puntos que con respecto al mundo de las Fallas se incluyen en los programas políticos de las principales formaciones políticas.

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En el posterior debate destacaron los enfrentamientos entre Joan Ribó y Félix Crespo por el tema de la no inclusión del valenciano en la web de JCF, a lo que Crespo respondería que no se ha podido realizar por problemas técnicos y que en breve se reparará.
Tanto Ribó como Ramon abogaron por la consideración de la fiesta fallera como un evento comparable a la Fórmula 1.
Dentro del tema de la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados, Pilar Calabuig, Félix Crespo y Joan Ribó, mantuvieron una misma línea de actuación, entendiendo que si así lo marca el crecimiento, sería posible estudiar una tercera vía como solución. Miquel Ramon sugirió la posibilidad de plantar las fallas grandes un día antes, el 15 de marzo junto a las infantiles, ganando un día de fiesta y abriendo así la situación a una mejor adecuación del calendario.

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Pilar Calabuig apostó por defender las fallas como vecinos que también son los falleros, indicando la necesidad de trabajar conjuntamente con asociaciones de vecinos.
Uno de los momentos álgidos del debate llegaría cuando Miquel Ramon le indicó a Félix Crespo que no es momento de grandes promesas, como la de la nueva Junta Central Fallera, cuando aún están pendientes las de hace cuatro años como la sede estable para el teatro fallero, o han recortado las ayudas a las fallas en un 16% o el hecho de que la Exposición del Ninot que en lugar de producir cueste dinero.
Joan Ribó le recordaría a Félix Crespo la situación del actual museo Fallero, que según indicó no tiene ni licencia como tal, necesitando de una adecuación a la realidad museística actual, al igual que el prometido casal festero.

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Félix Crespo respondió indicando que fue el Partido Popular quien apostó por subvencionar, quien fue contestado por Ramon que no sería el Pertido Popular sino la presión de las fallas encabezadas por Pepe Monforte. Crespo seguiría indicando que a excepción del pasado año con un recorte de 4 puntos, el Partido Popular seguirá apoyando a las fallas con subvenciones. Y que dada la situación económica actual no se ha podido llevar adelante el proyecto de la sede estable, para la cual ya existen los terrenos, algo que reconoció Pilar Calabuig.

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Miquel Ramon reclamó compensaciones fiscales para falleros e inversores, así como una tasa institucional que, recayendo en grado insignificante sobre el turismo y los empresarios, repercutiera directamente entre las fallas y en una mayor promoción de la fiesta. A esta propuesta se opusieron por impopular tanto Pilar Calabuig como Félix Crespo, a quienes se les preguntó si no habían sido sus partidos políticos quienes votaron a favor de este mismo sistema en la ciudad de Barcelona. Algo que ellos mismos reconocieron como cierto, pero recordando ambos que cada Comunidad tiene libertad de voto. Especificando el tema pero matizando con la Eco-Tasa, Joan Ribó consideró lógico llegar a aplicar este sistema.

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El debate concluiría con un pequeño ágape ofrecido por la comisión del Botánico.