julio2011Los falleros están de enhorabuena. Parece ser que por fin desde la meseta nos tienen en cuenta, y ya reconocen con razones plausibles que existe vida más allá del antiguo embalse del Generalísimo.
A mi entender esto se desprende de las actualizaciones de la versión en línea de la vigesimotercera edición del ‘Diccionario de la lengua española’ (DLE) presentadas el día 20 de diciembre. Una RAE más fallera que nunca.
Una actualización que recoge enmiendas, supresiones y adiciones, que da rango de ley a palabras comunes en el día a día del colectivo.
Por poner algún ejemplo, el nuevo DLE nos indica que el término ‘buenismo’ es la actitud de quien ante los conflictos rebaja su gravedad, cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia. Podríamos por tanto calificar de buenista la actitud de ciertos delegados de sector ante la acusación, procesamiento sin un mínimo de garantías, y sentencia por la nueva Santa Inquisición fallera, de un compañero de fatigas. Y todo ello por un término al que también le sacaron lustre desde la RAE, ‘machismo’, al que definen como forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón. O lo que sería parejo en el universo fallero, las Normas de Protocolo y Actuación para las Falleras Mayores de Valencia y sus Cortes de Honor mandadas a firmar por el actual concejal y su defenestrado secretario general, ahora ascendido a asesor municipal, ante la callada por respuesta del resto de grupos políticos afines, e incluso de la consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana por Compromís, que imagino se encuentra actualmente en modo fallera mayor, y por ello como dijo en su momento, “la fallera mayor opina poco”.
Términos como digo muy en boga actualmente gracias a JCF, tanto como ‘mariposear’, incluido también en la citada actualización, y que se define como andar o vagar de un lugar a otro cambiando de objeto de interés o sin propósito establecido. O qué decir de ‘chusmear’, hablar con indiscreción o malicia de alguien o de sus asuntos. ¿No me dirán que no parece que hayan dedicado el nuevo Diccionario a la fiesta fallera?
Solamente hace falta acudir a una Asamblea de Presidentes, o leer unas declaraciones en exclusiva del ‘notas’, “persona a la que le gusta llamar la atención”, para dar sentido al nuevo y aceptado término ‘posverdad’, que se define como distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales.
Qué pasada son los colegas de Reverte cuando se ponen al tema, y al son de vallenato, se ganan el fundamento del hummus. Están que lo petan llenando un container de nuevas o aceptadas palabras que para los amantes del lexicón describen o ironizan a la perfección el patético comportamiento de las altas esferas. Les emplazo a comprobarlo y disfrutar de las nuevas adiciones, de entre todas ellas yo me quedo con una: ‘postureo’. Dícese de una actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción. ¿A qué personajes les recuerda?
Hablando de personajes, pero esta vez de los buenos, yo me quedo con dos. Con los nuevos Luke y Leia. Que la Fuerza y la buenaventura los acompañe siempre. ¡Bon ninou a tot lo món!

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