Los plenos y las asambleas presentan en sus contenidos los problemas que se avecinan, los presidentes exponen sus inquietudes porque ya lo tienen ahí y el colectivo en general ya siente la ansiedad por desvelar los secretos mejor guardados sobre los monumentos. Llega la hora de la verdad y los problemas sufridos en anteriores ejercicios empiezan a inquietarnos por aquello de no volver a pasar por lo mismo. Junta se desvive por tratar de que, por ejemplo, la ofrenda llegue a su perfección y para ello nada mejor que buscar soluciones. En el último pleno se anunciaba una iniciativa sobre ella que nos ha gustado, resulta que por fin van a estudiarse los problemas de organización y para ello nada mejor que esa reunión previa entre junteros, sectores, agrupaciones y mandos de la Policía Local. Ya era hora de que alguien pensara un poco para evitar esas sacadas de pecho causando problemas innecesarios a autobuses y comisiones. Con todo ello, esperemos que se mejore un poquito más y que los personalismos de las comisiones no dominen la reunión.
Los cortes de calles y los nuevos contenedores instalados recientemente causarán algún problemilla, algo en lo que ya se ha pensado por parte de falleros y Junta, así que a buscar soluciones ante esa imposibilidad de moverlos a libre antojo debido a su peso.
Las entradas de las exaltaciones parece que hayan aumentado en su número, aunque no ha sido así, pero el caso es que el 92% de miembros de Junta pudieron asistir a dichos eventos, y es que no hay nada como ponerse a pensar buscando soluciones.
Soluciones que van llegando, aunque no todas las que quisiéramos, como es el mentalizar a la gente de que los que nos dedicamos a observar y trasladar al papel o al aire lo que vemos, no hacemos otra cosa que cumplir con nuestro trabajo. Pero la gente, erre que erre, no ven nada más que la mota en el ojo ajeno. A ver cuándo nos dejan trabajar tranquilos. Como si uno inventara las noticias, no se dan cuenta que tan sólo nos dedicamos a trasladar lo que los demás hacen. No ven o no quieren ver. Y eso es lo que más molesta. A ver si se enteran de que aceptar un cargo, cualquiera que sea, significa dar cuenta de los actos que realicen, por muy altruistas que estos resulten. A ver si se dan cuenta de una vez para siempre, de que ellos tienen un cometido y nosotros el nuestro, aunque no les agrade. Así es la vida, si no quieren ver reflejados sus errores, que no los hagan o que se queden en casa dedicándose a sus labores.
Aunque hay quien sabe encajar perfectamente los "golpes" y se limita a pedir excusas, como es el caso de la vicepresidencia a la que criticamos su forma de proceder en un hecho puntual del cual fuimos testigos. Bien por ella, que a pesar de esa comentada "persecución" (?) de que presuntamente es objeto ha sabido encajar una critica, lo cual dice mucho en su favor. Y es que, según se desprende de los comentarios al respecto, parece ser, hay personas que no llevan bien eso de los celos y la envidia.
A propósito del tema, hay que ver lo que cambia la gente cuando de hablar claro se trata delante de los que mandan. Qué poca personalidad ¿O es miedo a no salir en la foto? Cuando se habla, se comenta, se propaga algo, tenga o no fundamento, hay que mantenerlo delante de quien proceda, como hizo en efecto algún miembro del sector fallero al que nos referimos, y acarrear con las consecuencias, o de lo contrario mejor tener la boquita cerrada.
Por cierto, nos alegramos de que la cordura y el "buen rollo" hayan llegado entre papás y algún miembro de la Junta. ¿Quizá las circunstancias y la falta de criterio en algunas personas hayan cambiado la forma de ver las cosas? En cualquier caso, nos alegramos de esa avenencia y deseamos que, antes de echar las campanas al vuelo en las altas esferas, se reflexione un poco. Más que nada por el bien de la fiesta.

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