emilio-poloCuando no son las denuncias, los permisos, prohibiciones, el acoso vecinal, es también la política, propiciada por quienes siguen en su empeño de meterla con embudo en la fiesta. Cada vez nos vamos encontrando con más trabas y a menudo nos vemos sorprendidos con nuevas disposiciones, que no hacen más que poner obstáculos al paso de nuestras actividades por muy tradicionales y permisivas que se presenten. No importa que tengas los permisos correctos, a la hora de exhibirlos a petición de la autoridad -Policía Local en este caso-, parece como si les sentase mal y buscan hasta en la letra pequeña intentando encontrar pábulo para sancionar.
Día 29 de septiembre, domingo, plaza del Pilar, exhibición en la pasarela de trajes regionales y una veintena de pintores procedentes de La Costera, Vall d’Albaida y La Ribera, cada cual a lo suyo entre las 10 y las 14 horas. Todo bien organizado y con los papeles dispuestos y en mano.
Pues resulta que extender el caballete con el lienzo y pintar el paisaje más próximo es “ocupación de la vía pública” según un agente allí cumplido.
En su intento de multar al camión que descargaba la logística para los pases, se diluyó lo de los pintores y todo quedó en una leve tensión pasajera, esfumándose, no sin antes advertir que “cuidado con los decibelios de la discomóvil, volveremos”. Todo esto a las doce de la mañana. ¿Pero qué discomóvil?.
Previamente la vecina de siempre había hecho la llamada como acostumbra, no importa día, hora o motivo. Es curioso, algo ocurre con ciertas fiestas que organizan en la plaza no se sabe quién, sin pegas con decibelios ni horarios.

 

El goteo de los reticentes
Pese a que nunca abandonaron el barco los navegantes de la progresía identificada, los que siempre que han podido han aparecido con sus escritos, actividades y dardos con el mensaje subliminal, emboscado y confuso de “la nostra llengua”, aprovechan de nuevo la ocasión, esta vez motivados por no sé qué aniversario del ex periodista del diario Las Provincias Vicente Andrés Estellés. Que de fallas ni jota.
Le abrieron las puertas para una jubilación acelerada en el periódico, tras serle entregado el Premio de Honor de las Letras Catalanas el año 1978, dotado con 5.000.000 de ptas., premio que otorga la organización Omnium Cultural a aquellas personalidades que por su obra literaria y ejemplaridad, hayan contribuido a la vida cultural de los territorios de habla catalana.
Publicado en “El Poder de la Palabra”. miércoles 26 de mayo de 2010. Una lista en la que también aparecen Manuel Sanchis Guarner, Joan Fuster, Enric Valor y Joan Francesc Mira, todos con la etiqueta de valencianos.
Pues llevamos una temporada en la que Televisión Valenciana no para de mencionar actos y premisas en homenaje a la susodicha efemérides. Nos los cuelan por toda la escuadra.
En la Casa de la Cultura de Xátiva pudimos ver recientemente una macroexposición dedicada a la misma causa. Seguramente su alcalde no ha debido enterarse. Vecinos de Burjassot, su pueblo, han rechazado afiches en las fachadas de sus propiedades. -De buena tinta-. Así y todo los hay que siguen con al mazo dando.