Como desde hace once años, los trons de bac han reventado contra el asfalto de las calles del centro de la ciudad de Valencia para anunciar que los falleros sacan la mejor fiesta del mundo  a la calle. El día de la Crida amanecía con olor a pólvora, el proveniente de las 4.000 cajas del artefacto pirotécnico valenciano por excelencia que han explotado todos los acreditados para la despertà. Los falleros de Mossen Sorell-Corona, junto con los miembros de JCF, han supervisado que todo funcionara según estaba previsto.

Con la ofrenda a Santa Bárbara arrancaba la mañana. Después, los falleritos, bombetas de Pyroshopping en mano, comenzaban su propia despertà, encabezada por María Donderis y su Corte de Honor.

A continuación la calle de la Paz se inundaba de humo festivo. La macrodespertà avanzaba hacia la plaza del Ayuntamiento, con la participación de Estefanía López y su Corte de Honor. Una vez allí, Estefanía y María han dado la orden a Pirotecnia Zarzoso para acometer el arrebato que ha puesto la rúbrica al mejor despertador que pueda haber.

El desayuno popular ha servido para reponer fuerzas, ya que el día será largo e intenso, finalizando en las Torres de Serranos a las 20 horas con la Crida.