El ganador del Bernat i Baldoví será quien escriba los versos a las Falleras Mayores al decidirlo nuevamente los presidentes después de la tercera votación al respecto en un año.

La Asamblea de presidentes de falla de diciembre sería como es costumbre la de la tradicional visita de la Fallera Mayor de Valencia y su Corte de Honor. Una cita que tampoco quisieron perderse los concejales Gloria Tello, Isabel Lozano, Sergi Campillo y Carlos Galiana, así como el Jefe de Servicio de la concejalía de Cultura Festiva, Josep Lluis Marín, en lo que se entendió como una clara muestra de apoyo a su compañero Pere Fuset en una noche que se presagiaba larga y conflictiva.

La asamblea comenzaría como también lo hiciese el pleno, guardando un respetuoso minuto de silencio por el fallecimiento de quien fuese presidenta nata de Junta Central Fallera, la exalcaldesa Rita Barberá.

Primer punto, primera desavenencia
Con el primer punto del día, la aprobación si procedía del acta anterior, llegaría la primera discrepancia de la noche. La queja que impedía aprobar el acta en primera instancia venía motivada por entender que no expresaba lo expuesto en la asamblea de noviembre. Solicitando que fuesen incluidas las palabras del señor Fuset, dónde ante la pregunta de: “¿Cuál era la pregunta?” en referencia a la votación del documento presentado a aprobación, y en donde se reprobaba los acuerdos adoptado de forma unilateral por parte de la directiva presidida por Fuset sin el pertinente acuerdo de la Asamblea, el presidente de Junta Central Fallera rectificaría al Secretario para indicar que se votaba el documento íntegro presentado, en el que se incluía la citada reprobación y dos solicitudes, así como la inclusión del texto íntegro presentado y votado mayoritariamente por los presentes.
Con el compromiso por parte del Secretario General de incluir lo solicitado, se aprobaría el acta, indicando que se avisaría por correo electrónico cuando esta modificación se hallara disponible.

La ignorada dimisión de un ilustre de JCF
El informe de presidencia sería sin lugar a dudas el punto más tranquilo de la noche, destacando quizás aquello que no se dijo, más que lo que realmente se dijo. Horas antes de esta asamblea se había producido la dimisión del delegado de la Delegación de Festejos, Francisco José Sivera, quien tras 14 años en Junta Central Fallera, dejaba su cargo. Cuyas razones parecen presuponer ciertas desavenencias con el propio concejal después de unas posibles modificaciones realizadas tras la confección del programa de festejos. El tiempo dirá.

El día de la marmota
Tercer punto del orden del día. Tercera votación en un año sobre el mismo tema, y tercera derrota presidencialista.
Si en la Asamblea del pasado mes las disculpas y propuestas del concejal fueron contestadas con una reprobación y dos solicitudes expresas que ganaron con contundencia en la urna, en la de diciembre los ánimos presidencialistas volvieron a la carga para seguir intentando aplicar sus convicciones, llevando nuevamente a votar lo que ya se hiciera en diciembre de 2015, noviembre de 2016, y de nuevo un mes después.
El día de la marmota en versión fallera tendría esta vez dos líneas rojas para el concejal, la pluralidad y evitar la injerencia política según Fuset. Abriéndose un turno de palabras donde quedaría cuestionado hasta el orden final que propuso el secretario.
Al presidente se le recriminaría la reiteración en las votaciones, no entendiendo los motivos por los cuales se reincidía en un tema ya acordado, cuyas explicaciones originarias para avalar su decisión fueron variando según el devenir de los acontecimientos. Primeramente el espacio del libro, posteriormente de la ilegalidad de la normativa utilizada, posible prevaricación incluida, la negación de lo expresado para la primera de las votaciones, ignorar lo acordado en la segunda, o el propio proceso llevado a la presente asamblea.
Pere Fuset tendría que escuchar desde los porcentajes de la utilización de la normativa de la centenaria RACV en los llibrets falleros, a la relevancia del concurso organizado por Lo Rat Penat, pasando por su inclusión en el expediente de la UNESCO; su carácter público y abierto a todas las normativas frente a las bases del de la Conselleria; la aparente presión política de ahí su insistencia; la ilógica de su propuesta de pluralidad cuando tan sólo se habla de dos páginas del Libro Oficial Fallero, solicitando que de ser votada la pluralidad fuese verdaderamente real, aplicándose en todo el libro reclamando un consejo editorial consensuado, o la incongruencia en la condición de concurso para estos versos mientras es precisamente el concejal quien ha retirado el sistema de concurso en la elección del cartel de fallas y en elección de las fallas municipales. Fuset y su Secretario tuvieron que escuchar nuevamente como la exposición de diciembre de 2015 que llevó a la votación no se ajustaba a la interpretación de la pregunta reflejada en el acta, así como los avales legales que permiten las colaboraciones en lengua valenciana, siendo leídos tanto el informe jurídico del abogado de la ciudad, los artículos de Reglamento Fallero, así como la propia Constitución Española de 1978.
Por el contrario, los defensores del concurso se centraron en la potestad de los presidentes a votar esta vez, algo que no se les había permitido hasta la fecha, la interpretación legal de la imposibilidad de la utilización de otra normativa que no fuese la de la AVL, así como el intento irrespetuoso de descrédito, de la sociedad ratpenatista y su concurso. Afirmando desconocer las bases, o ridiculizando la concesión de sus premios.
Destacable sería la “bronca” recibida por el Secretario General tras un gesto o negativa injustificada por su parte, así como el momento en el que el concejal intentó explicar unas bases que al día de hoy se desconocen, no se informaron al pleno, no se aportaron a los presidentes con la anterioridad reglamentada, y que deberían haberse acordado previamente según reza el reglamento.
El resultado de la votación conocida al término, sería nuevamente contundente en favor de que el ganador del Extraordinario Bernat i Baldoví, sea a quien se le pida la colaboración para la realización de los versos a las Falleras Mayores de Valencia, y que nuevamente para 2017 será la poetisa Ampar Cabrera. Serían un total de 119 a favor, 57 en contra, 3 en blanco y 4 nulos, los cuatro que fueron nulos curiosamente por poner "Sí" en lugar de una "X" en favor de realizar los versos por el ganadora/a del extraordinario Bernat i Baldoví.

Jurados en base a un nuevo cursillo de temario desconocido
El cuarto punto del orden del día sería la aprobación de las bases con las que se elegirá en jurado del concurso de fallas de 2017, donde se incorporará un notario en la selección, y que precisa de realizar obligatoriamente un nuevo cursillo en base a un temario extrañamente desconocido por el propio colectivo y realizado por la nueva Delegación de Falla. Una extraña y complicada combinación de opciones de posibilidades en el voto llevaría a 95 votos a favor de la propuesta realizada desde JCF, 39 con la inclusión de un test final, y 40 en favor del sistema anterior.

Programa de Festejos
El quinto punto del orden del día, o del día siguiente ya que ya se andaba por el miércoles 21 de diciembre, sería la aprobación del programa de festejos 2017, un programa que como el resto de temas a tratar y votar por los presidentes, bases de concurso y temario para jurados, no sería remitido por el Secretario General a los integrantes de la asamblea como marca el reglamento, y a pesar de reconocer el error de tampoco haberlo enviado a los integrantes del pleno, como así se le hizo saber en este.
La lectura sería menos accidentada que la del pasado ejercicio, y a excepción de pequeñas modificaciones el quinto punto, el quinto y último punto quedaría solventado sin más complicaciones.

Congreso en ciernes
Entre toda la intensidad de la Asamblea de diciembre se llegaría por fin la decisión de afrontar un nuevo Congreso Fallero. Será pasadas las fiestas falleras cuando según el concejal se reunirá con diferentes sectores de la fiesta para iniciar un proceso si así lo cree la Asamblea, principal agente fallero y cuyo órgano de decisión es imprescindible para este cometido.
En el día posterior escucharíamos al concejal como entendía que uno de los temas a tratar debería ser la relación de JCF con el Ayuntamiento debido a que hay opiniones del colectivo que pueden ser contrarias a las del consistorio.

Ruegos y preguntas
Más allá de diversos temas como la agenda del presidente y sus posibles entrevistas, o algunas quejas de organización del concurso de belenes, pudimos escuchar que la negociación con la SGAE continúa, teniendo la voluntad de cerrar un convenio antes de final de año. Un convenio al que se presupone según palabras del Secretario General que les costará dinero a las fallas si quieren adherirse. El tiempo nos dirá, aunque las reclamaciones sobre 2016 han seguido su curso y a apenas tres meses de fallas no se ha informado de la situación actual a este respecto.

Una y media de la mañana, hora de término de la Asamblea de diciembre de 2016. De seguir en esta línea, el horario comienza a ser un problema serio si realmente se quiere que las asambleas sean participativas.

 

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