El Palau de la Música se volvía a vestir de gala, como hace desde el año 1989, para acoger la exaltación de una Fallera Mayor de Valencia. Y su hall se convertía en el punto de encuentro perfecto para el mundo de la fiesta, ávido de ‘fallerío’ y de sentir a la fiesta que llega, que se aproxima sin pausa.

Lo más comentado en los prolegómenos de la exaltación fue, como siempre, el color. Cuando decimos el color todo el mundo sabe a qué nos referimos, ya que uno de los ingredientes orgánicos de todo el conjunto de matices que componen la exaltación es saber el color en el que la Fallera Mayor de Valencia ha querido que fuera su espolín Fallera Mayor de Valencia; un tejido que desde 2001 lucen por derecho propio las máximas representantes festivas.

El color del espolín fue el Habane, una tonalidad de marrón con mucha fuerza y elegante realizado por la empresa Vives y Marí. La firma de indumentaria Eugenia Puertes fue la responsable de confeccionar el traje de estilo S. XIX con el que Rocío accedió a la Cadira d’Or.

La noche comenzaba con la llegada de autoridades e invitados al Palau de la Música. En la sala de conciertos era recibida la Fallera Mayor Infantil de Valencia, Daniela Gómez, y su Corte de Honor. Daniela llevó un traje al estilo de finales del S. XIX, principios del XX con el espolín San Juan de Garín en color verde. La Corte infantil lució el segundo traje oficial realizado por La Joia con el dibujo ‘Elionor’ de la firma Entretelares en verde hoja, granate, fiordo, marfil, salmón y beig.

 

Siguiendo el protolo, llegarían los autos de época que transportaban a las componentes de las Cortes de Honor. Al bajar de los coches, los indumentaristas Eduardo Puertes e Inmaculada Calap se aseguraban de que todo el conjunto estuviera perfecto para efectuar su entrada en el Palau de la Música.

La anécdota llegó con el coche de la Fallera Mayor de Valencia, un Rolls Royce Phantom III de 1937 en el que también viajaban el presidente de la JCF y la mantenedora, la periodista Ana Cuesta. El coche se caló y tras varios minutos de incertidumbre se decidió efectuar la llegada a la puerta del Palau a pie.

Música de dolçaina para la primera parte

‘Dolç Cinema’ fue el título del espectáculo ofrecido en la primera mitad de la exaltación. La Agrupación Cultural de Dolçainers i Tabaleters El Cudol interpretó versiones en dolçaina y percusión de memorables temas cinematográficos de películas tan conocidas como ‘Star Wars’, ‘Grease’ o ‘Mary Poppins’. A continuación, una prolongada pausa conduciría a los asistentes al nudo gordiano de toda la noche: la exaltación.

La voz de Rafael Martí Monforte anunció como es costumbre el comienzo del segmento más protocolario de la noche. Y sonaba ‘El Fallero’, el himno de una fiesta que llega a sus meses más intensos, de la mano de los profesores de la Banda Municipal de Valencia dirigidos por Fernando Bonete.

Seguidamente, las jóvenes integrantes de la Corte de Honor iniciaban su camino a la gloria fallera acompañadas por los aplausos del público y los acordes de la suite compuesta por el maestro Francisco Grau Vergara.

Silvia Vicent Cifuentes, Mireia Bazaga Veintimilla, Laura Fabra Tapia, Lucía Serrano Morales, Meritxell Soler Costa, Noelia Ibáñez Castro, Estefanía Mestre Garrido, Marta Sahuquillo Sáez, Marta Sobrino Martínez, María Urios Martí, Alicia Andrés Salguero y Lucía Villalba Morales recibían la banda y la joya acreditativas de manos del concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset.

La firma Eugenia Puertes es la responsable de los trajes de la Corte de Honor, realizados con un estrecho de seda natural de Vives y Marí denominado ‘Sant Joan’ en colores turia, petróleo, castor, aubergine, oro antiguo y pruna.

 

Hay que destacar, junto a los citados, al nutrido grupo de profesionales artesanos cuyas obras visten y lucen las máximas representantes de la fiesta. Las representantes adultas cuentan con los delantales y manteletas de Artesanía Viana; los aderezos de Art Antic; las peinetas del Taller Flor d’Aigua; las medias de Elvira Bella; zapatos de Criselen; mocador d'abric de Compañía Valenciana de la Seda; la posticería de Realce; los cancanes de MA-VI-MAR; enaguas, cancanes y chambras para el S. XVIII de Margarita Vercher; los abanicos de SuperArte Alicante; las puntillas de Santos Textil; los jubones negros del S. XVIII de L’Atelier de la Seda; las joyas de Isidro Calvete y las bandas de Artesanías Llobe.

Rocío Gil Uncio desfilaba por el patio de butacas, accediendo al escenario, donde el alcalde y el edil de Cultura Festiva le imponían la banda y la joya, los símbolos, junto a la Cadira d’Or, de su cargo. La encargada de portar la banda de la fallera mayor fue la hermana de Rocío, Carla Gil, mientras que su primo, Javier Gil, fue el responsable del ramo de flores y el cojín.

Ofrenda de flor y de palabra

Los siguientes minutos fueron los destinados a la ofrenda floral y de la palabra con la que se pone el broche al acto protocolario, y en los que las canastillas de flores y el discurso del mantenedor cobran total relevancia. Las fiestas hermanas tuvieron su momento para desear la mayor de las venturas a Rocío en su reinado. La Fallera Mayor de Valencia recibió la visita en el escenario de Carla Bernat, Reina de las Fiestas de la Magdalena y Sofía Escoda, Bellea del Fòc.

La mantenedora de Rocío y su Corte de Honor fue Ana Cuesta Herráiz, periodista y componente de la Corte de Honor 2009. “Las Fallas son fuerza, son magia, son tradición, pero a la vez transgresión, son luz, son pasión, son belleza”, dijo Cuesta, que dedicó su práctica totalidad a hablarles a Rocío y a las doce componentes de la Corte, así como a hablar al público sobre las que son las representantes de la fiesta de 2018, algo que sin duda agradó al respetable.

 

El discurso de la periodista, además, subrayó el papel de la mujer en la fiesta. “La mujer ha sabido representar de la mejor manera esta fiesta, -dijo- luciendo su tradición y su indumentaria, expresando los sentimientos tan potentes que es capaz de crear en nuestro cuerpo; siendo la mejor relaciones públicas que esta fiesta puede tener. Pero también la mujer ha contribuido a construir y hacer más grande la fiesta fallera”, citando a continuación numerosos ejemplos de mujeres artistas, pirotécnicas, músicas, periodistas falleras y presidentas.

Hay que señalar que la interpretación del himno de la Comunidad Valenciana estuvo a cargo del coro AAAFEMA y la Coral Divisi, con la participación de la soprano Mireia López y el tenor Vicente Estellés. Seguidamente, y con las notas del himno de España se puso el punto final al acto.

Con los fuegos artificiales de Pirotecnia Caballer se despidió una de las noches más esperadas por el colectivo fallero.