Después del gran aperitivo del domingo a cargo de Pirotecnia del Mediterráneo, la normalidad parece que vuelve, y la catedral de la pólvora cumple con la tradición de recibir el uno de marzo con la única pólvora necesaria, la que en armonía se quema para la fiesta.
La Fallera Mayor de Valencia, sobre una pancarta que deja clara la opinión de la gente de paz, entonó ese grito mágico que nos hace vivir la fiesta.
Los Peñarroja, padre e hijo, estuvieron como siempre a la altura de las circunstancias, aunque para decir verdad, un día como hoy, los sesudos análisis del disparo los dejamos para otros, lo verdaderamente importante era volver a vivir la sinfonía del fuego en la catedral de la pólvora.
Valencia está oficialmente en Fallas.