

LOLA LÓPEZ MORALES
Lola López Morales tiene 9 años y pertenece a la falla Felipe Bellver–Mare Ràfols, del sector Mislata. Estudia Quinto de Primaria en el CEIP Ausiàs March de su localidad. Es fallera de nacimiento y participa activamente en su comisión, especialmente en los playbacks, el concurso de maquetas y el concurso de belenes.
Entre sus actos preferidos destaca la Ofrenda, por la emoción de poder entregar el ramo a la Virgen de los Desamparados. También disfruta de la Presentación, por el homenaje que recibe de toda la comisión, y de la Dansà, que este año ha vivido como fallera mayor infantil, considerándola una experiencia inolvidable.
Le gusta la gimnasia rítmica, el baile, el balonmano y el teatro musical, y colabora siempre en los playbacks de su falla.
Si pudiera diseñar una falla infantil, la imaginaría con una gran fallera bailarina como figura central y ninots relacionados con la playa.
Entre sus anécdotas recuerda los momentos compartidos con otros representantes infantiles de su agrupación, con quienes, después de cada acto, terminaban siempre tomando chocolate con churros. Participa además en las fiestas patronales de Mislata y comenta que su comisión la conoce como “la niña de la eterna sonrisa”: es la más festera y la primera en vestirse de valenciana al día siguiente para ir de pasacalles.

ANABEL CALERO BRU
Anabel Calero Bru tiene 31 años y pertenece a la falla Plaça de la Sequiota–El Palmar, del sector Poblats al Sud. Es graduada en Derecho por la Universidad de Valencia y ha cursado estudios de oposición a Secretaría-Intervención, además de un curso de mediación civil, mercantil y familiar. Actualmente trabaja como administrativa.
Es fallera de nacimiento y posee el Bunyol d’Or. Ha formado parte de la delegación de infantiles durante un ejercicio y, desde hace cuatro años, continúa colaborando con ella siempre que puede.
Su color preferido es el rojo, tonalidad que eligió para su traje de la gala de elección en homenaje a su abuela. Ese conjunto tiene un significado especial para ella, no solo por el valor sentimental, sino también porque logró conservarlo tras los daños sufridos durante la DANA, lo que lo convierte en una pieza con una historia propia. Su indumentarista es Julia Sanfélix de Paiporta.
Entre los actos que más valora se encuentra la Ofrenda, que describe como la más significativa y emocionante que ha vivido. Afirma que este año ha sido especialmente completo y que cada acto ha tenido algo que lo ha hecho único, convirtiéndose en un ejercicio fallero lleno de recuerdos y experiencias que guardará con especial cariño.

